Barroco

En un lugar de la mancha cuyo nombre no quiero acordarme….

Vivía no hace mucho tiempo un hidalgo caballero de los de
Lanza en astillero. Adarga antigua rocín falco y galgo
Corredor.Tenía el hidalgo unos cincuenta años. Era de
Complexión fuerte, delgado, enjuto de rostro. Gran madru-
gador y amigo de la caza.

Pasaba sus ratos de ocio leyendo libros de caballeríacon
tanto gusto y afición, que olvido el ejercicio de la caza y
la administración de su hacienda, legando incluso a vender
parte de sus tierras para comprar libros de caballería.

Atanto llego su curiosidad y desatino…

Se le vino a ocurrir la más extravagante idea
que ningún Loco en el mundo concibiera antes.
Creyó conveniente Y necesario hacerse caballero
andantee irse por todos los caminos con sus
armas y su caballo en busca de aventura,
como habían echo los héroes de sus lecturas.
Para ello, lo primero que hizo fue limpiar unas
armas viejas,abandonadas en el Desván,
que habían pertenecido a sus bisabuelos.

Tenia el caballero un rocín, Y aunque este
solo tenia huesos y achaques. Le parecía
mejor que el bucéfalo deAlejandro y que
Baviera el del Cid, y para que el caballo
de un caballero como el no quedara sin
nombre conocido, después de pensarlo y
repensarlo durante cuatro días, le puso el
nombre derocinante, considerándolo muy
sonoro y significativo.

Luego se puso a buscar un nombre para si
mismo vino a dar con el de don quijote,
derivado de su apellido Quijano, y añadiendo
elnombre de su patria resulto don quijote de
la mancha

Ya en pleno campo, se acordó de que no
había sido armado caballero, lo cual le
impedía, según las leyes de caballería,
entablarcombate con guerrero alguno.

Conoció a un hombre llamado sancho
panza y este fue su fiel compañero
ante todos sus viajes ya que sancho
se dejo llenar la cabeza de cuentos
del quijote.