Bartolome De Las Casas
Páginas: 51 (12629 palabras)
Publicado: 11 de noviembre de 2012
2.1 BARTOLOMÉ DE LAS CASAS Y EL MULTICULTURALISMO
2.1.1 Una vida al servicio de la justicia
Los grandes hombres son hijos de su tiempo. Las Casas cabalgó entre dos de los siglos más importantes de la historia de la humanidad: el siglo XV del Renacimiento y Humanismo y el XVI de la epopeya descubridora y colonizadora de la península hispano-lusitana. Su larga y trajinada vida, lepermitió conocer y vivir bajo la tutela religiosa y política de seis Papas y cuatro de los Monarcas más importantes de su nativa España. Nació en Sevilla en 1474 y murió en el convento de Nuestra Señora de Atocha, en Madrid en 1566.
La Sevilla de fines del siglo XV, es una de las ciudades más representativas del cosmopolitismo de la época. Comerciantes flamencos, lusitanos, genoveses,venecianos, florentinos; navegantes portugueses e italianos de todas las ciudades estado; banqueros alemanes y judíos; artesanos y campesinos moros; constructores de barcos griegos; cartógrafos e intelectuales, fluyen por las calles del puerto sobre el Río Guadalquivir. En este ambiente, nace Bartolomé de las Casas, el futuro protector de los derechos humanos y defensor de las relaciones interculturalesde los pueblos y los hombres. El ambiente sevillano de la época, permite comprender, de cierta manera el universalismo mental que va a respirar Las Casas. La capital de América a partir de 1492, va a ampliar su cosmopolitismo a navegantes, descubridores, conquistadores, militares, viajeros administradores y comerciantes de todas las procedencias. Durante el siglo XVI, Sevilla es la sede de la Casade Contratación de las Indias, donde se tomarán las decisiones económicas, sociales y políticas, sobre los territorios de ultramar[1].
La empresa colombina, influyó notoriamente en el joven sevillano. Fue testigo de la llegada de Colón en 1493, presenció el desfile de los siete indios supervivientes de la primera travesía de regreso del almirante genovés, como también, la organización de lasegunda expedición colombina en la que partirían su padre, Pedro de las Casas y sus tíos Francisco, Diego y Gabriel de Peñalosa. La expedición se componía de diecisiete barcos, con un millar de hombres, entre ellos, numerosos soldados y oficiales, funcionarios públicos, hidalgos, pajes, escuderos, misioneros y otras personas precisas para la empresa colonizadora. Armas, municiones, herramientas,semillas, animales y otros pertrechos formaban el menaje colectivo de la segunda expedición. Como lo manifiesta Lorenzo Galmés[2], no es aventurado pensar que a partir de este momento “Las Indias” van a ocupar un puesto especial en el corazón y los sueños de Bartolomé de las Casas.
El regreso de su padre de las Indias en 1498, y el regalo obtenido consistente en un mozuelo aborigen, le permitió aLas Casas conocer y quedar impresionado con la viveza natural y buenas cualidades del indígena, que bien pudo influir notoriamente en la disposición que el futuro dominico manifestó frente a los indios. La enérgica protesta de la Reina Isabel: “¿Quién dio licencia a Colón para repartir mis vasallos con nadie?”, y la real cédula del 20 de junio de 1500, que mandaba que fueran retornados a Indiaslos 21 sobrevivientes de los 300 aborígenes que habían sido importados de las Antillas, entre ellos, el paje y acompañante del futuro protector.
En 1502, Las Casas viaja al Nuevo Mundo en la expedición de Nicolás de Ovando, radicándose alternativamente entre la Española y Cuba. En esta etapa de su vida se convierte en colono y encomendero en Cuba. Pero así mismo, se manifiesta en él su vocaciónfutura de protector de indios al observar las injusticias y atropellos que cometen sus paisanos con los aborígenes insulares. Las Indias reales con todas las infamias y vejámenes contra la dignidad humana, distan mucho de la imagen romántica forjada en el puesto Sevillano y que ilusionaron a los hombres de la época con una nueva utopía. Las Casas, el encomendero indiano, el administrador de...
2.1.1 Una vida al servicio de la justicia
Los grandes hombres son hijos de su tiempo. Las Casas cabalgó entre dos de los siglos más importantes de la historia de la humanidad: el siglo XV del Renacimiento y Humanismo y el XVI de la epopeya descubridora y colonizadora de la península hispano-lusitana. Su larga y trajinada vida, lepermitió conocer y vivir bajo la tutela religiosa y política de seis Papas y cuatro de los Monarcas más importantes de su nativa España. Nació en Sevilla en 1474 y murió en el convento de Nuestra Señora de Atocha, en Madrid en 1566.
La Sevilla de fines del siglo XV, es una de las ciudades más representativas del cosmopolitismo de la época. Comerciantes flamencos, lusitanos, genoveses,venecianos, florentinos; navegantes portugueses e italianos de todas las ciudades estado; banqueros alemanes y judíos; artesanos y campesinos moros; constructores de barcos griegos; cartógrafos e intelectuales, fluyen por las calles del puerto sobre el Río Guadalquivir. En este ambiente, nace Bartolomé de las Casas, el futuro protector de los derechos humanos y defensor de las relaciones interculturalesde los pueblos y los hombres. El ambiente sevillano de la época, permite comprender, de cierta manera el universalismo mental que va a respirar Las Casas. La capital de América a partir de 1492, va a ampliar su cosmopolitismo a navegantes, descubridores, conquistadores, militares, viajeros administradores y comerciantes de todas las procedencias. Durante el siglo XVI, Sevilla es la sede de la Casade Contratación de las Indias, donde se tomarán las decisiones económicas, sociales y políticas, sobre los territorios de ultramar[1].
La empresa colombina, influyó notoriamente en el joven sevillano. Fue testigo de la llegada de Colón en 1493, presenció el desfile de los siete indios supervivientes de la primera travesía de regreso del almirante genovés, como también, la organización de lasegunda expedición colombina en la que partirían su padre, Pedro de las Casas y sus tíos Francisco, Diego y Gabriel de Peñalosa. La expedición se componía de diecisiete barcos, con un millar de hombres, entre ellos, numerosos soldados y oficiales, funcionarios públicos, hidalgos, pajes, escuderos, misioneros y otras personas precisas para la empresa colonizadora. Armas, municiones, herramientas,semillas, animales y otros pertrechos formaban el menaje colectivo de la segunda expedición. Como lo manifiesta Lorenzo Galmés[2], no es aventurado pensar que a partir de este momento “Las Indias” van a ocupar un puesto especial en el corazón y los sueños de Bartolomé de las Casas.
El regreso de su padre de las Indias en 1498, y el regalo obtenido consistente en un mozuelo aborigen, le permitió aLas Casas conocer y quedar impresionado con la viveza natural y buenas cualidades del indígena, que bien pudo influir notoriamente en la disposición que el futuro dominico manifestó frente a los indios. La enérgica protesta de la Reina Isabel: “¿Quién dio licencia a Colón para repartir mis vasallos con nadie?”, y la real cédula del 20 de junio de 1500, que mandaba que fueran retornados a Indiaslos 21 sobrevivientes de los 300 aborígenes que habían sido importados de las Antillas, entre ellos, el paje y acompañante del futuro protector.
En 1502, Las Casas viaja al Nuevo Mundo en la expedición de Nicolás de Ovando, radicándose alternativamente entre la Española y Cuba. En esta etapa de su vida se convierte en colono y encomendero en Cuba. Pero así mismo, se manifiesta en él su vocaciónfutura de protector de indios al observar las injusticias y atropellos que cometen sus paisanos con los aborígenes insulares. Las Indias reales con todas las infamias y vejámenes contra la dignidad humana, distan mucho de la imagen romántica forjada en el puesto Sevillano y que ilusionaron a los hombres de la época con una nueva utopía. Las Casas, el encomendero indiano, el administrador de...
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