Bases Teor Cas
En este segundo grupo, Geis incluye a los padres que han dejado de educar o lo hacen de una manera menos constante. Son familias que no siguen el compás de los hijos, "sino que obligan a estos a ir detrás de la familia como puedan", y que delegan encuidadores, abuelos u otros referentes la responsabilidad de educar. "El resultado de esta práctica son niños y niñas con muchos referentes a lo largo de su vida, cada uno de ellos con unas pautas diferentes a la hora de imponer sus límites, lo que les lleva a hacerse un lío y acabar haciendo lo que les da la gana", afirma la profesora. Respecto a la posible autoridad o permisividad de uno y otro modelo,precisa que las familias "saben más o menos que la autoridad injustificada no tiene sentido", aunque lamenta que "en algunos casos se haya pasado al otro extremo, a decir que los niños tienen libertad y saben decidir, y a no ponerles límites, porque cuando no hay límites es cuando la relación va mal". "Se distinguen tres reacciones: los padres que se salen del modelo de autoridad y dejan a losniños que hagan lo que les dé la gana, los que saben que hay que marcar límites pero no saben cómo y los que quieren marcar límites, pero acaban reproduciendo los patrones antiguos, por lo que están insatisfechos", aclara.
No hay reglas fijas para todas las familias, cada una es diferente, pero la clave está en encontrar el punto intermedio entre autoritarismo -diferente de autoridad- y permisividad.La comunicación en la familia es el pilar básico para el desarrollo del menor (configuración de su personalidad y modos de relacionarse con los propios miembros de la familia y con los amigos de la calle). Los padres deben escuchar a los hijos y los hijos a los padres. Pero es importante que estos últimos no olviden que, ante todo, ellos son adultos y "los niños necesitan que el adulto haga deadulto, porque como amigos ya tienen a los compañeros de clase, de fútbol o de cualquier otra actividad", señala Àngels Geis. "Entre padres e hijos debe haber confianza -añade-, pero los padres tienen que hacer de padres, aunque hay gente que no lo vea así". Los adultos constituyen el marco de referencia de los pequeños y, por ello, deben tener un proyecto educativo que establezca las normas. "Puedeser un proyecto de salud, de felicidad, de convivencia... Pero un proyecto claro, porque cuando no se tiene se claudica antes", especifica la profesora, quien considera que aquellos padres que se ríen ante la primera pataleta del hijo, tendrán más difícil corregir ese comportamiento cuando éste sea mayor. "Los límites que no se han impuesto al niño de pequeño son difíciles de imponer cuando esmayor", advierte.
http://www.consumer.es/web/es/educacion/extraescolar/2007/02/09/159762.php
Amparo Novo, miembro de la Federación Española de Sociología y profesora de la Universidad de Oviedo, asegura que "la autoridad no se expresa a través de la imposición" y defiende la "negociación" basada en la comprensión mutua de valores, actitudes y modelos de comportamiento". "La familia es susceptiblede transmitir modelos de comportamiento que vayan desde un exceso de permisividad a un exceso de autoridad, aunque ambos extremos no son para nada deseables en la formación de identidad de los niños. Por ello, ha de evitarse tanto una conformidad excesiva, como priorizar una relación basada en conductas excesivamente punitivas", aconseja. Cuando los padres ceden continuamente ante los hijos,...
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