Basta de historias
a) Capítulo 1. “Hay que mirar para adelante”.
Siempre he creído que la falta de educación es una de las más grandes raíces de nuestra desaceleración económica y que lamejora en nuestros sistemas educativos actuales es sumamente indispensable.
Nunca me había puesto a pensar que es totalmente cierto que los latinoamericanos tenemos un fuerte deseo por investigar y saberacerca de nuestro pasado, esto, provoca la “pérdida de tiempo” en hechos que no podemos cambiar en vez de, evaluar estos acontecimiento pero pensar más en cómo mejorar la actualidad en la que vivimos.Coincido con el autor del libro, la humildad estimula las ganas de hacer mejor las cosas de lo que las estamos haciendo, de informarnos todos los días y de prepararnos más para convertirnos enpersonas competitivas ante el mundo. Desafortunadamente no es así, y debido a esta apatía, nos estamos quedando atrás. Es ridículo y triste saber que en promedio, 70% de los latinoamericanos se sientensatisfechos con sus sistemas educativos actuales sabiendo que estamos ocupando los últimos lugares en los rankings mundiales de educación. Ahora, ¿a qué se debe esto? Empezando por la cifra de que sólo el27% de los jóvenes de América Latina se encuentra en la universidad, contra el 69% de los países industrializados, ya estamos mal. Mientras el año escolar en Japón es de 243 días, en Brasil y México,países entre las 12 economías más grandes del mundo, éste dura 200 días. Y no sólo estudian más días al año, también más horas al día. Otra de las causas es que, en sólo 4 países latinoamericanos seinvierte en investigación y desarrollo, totalizando sólo el 2% de toda la inversión mundial en este rubro. Esto provoca, a su vez, un número bajísimo en el registro de patentes de países deLatinoamérica; mientras Corea del Sur registra 7,500 al año, México sólo 55.
Como pudimos darnos cuenta, hay muchas razones por las cuales los países latinoamericanos estamos quedándonos muy por detrás de...
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