Batallas de las Termópilas
Los espartanos, se consideraban a sí mismos descendientes de Heracles, murieron allí, como el héroe; y es significativo el nombre de su rey Leónidas, pues el león, símbolo de realeza, fue el animal que dominó Heracles en uno de sustrabajos.
El lugar era un paso estrecho entre las montañas y el mar; tenía una longitud de 2,5kilómetros y en algunos puntos su anchura se reducía a tan solo 15metros. Constituía la puerta de acceso a Grecia desde el Norte, y en el verano del año 480a.C., el rey persa Jerjes conducía un numeroso ejército hacia allí.
Las tropas griegas en las Termópilas estaban formadas por unos siete milhombres de diferentes ciudades, bajo el mando del Rey Leónidas, que iba acompañado de los trescientos espartanos de su guardia real. Los persas acamparon en las proximidades de la entrada del paso, y Jerjes envió a un jinete en misión de espionaje para observar a los griegos. Jerjes se quedó atónito al escuchar su informe. Los espartanos hacían ejercicios atléticos, limpiaban sus armas, y algunos seestaban peinando y arreglando el cabello.
Después de tres días de espera, Jerjes envió un mensajero, que habló a Leónidas de la fuerza del ejército persa, le informó de que al día siguiente atacarían, y por último le invitó a rendirse diciéndole que el Gran Rey, en su generosidad, les perdonaría la vida si entregaban sus armas.
Esa noche, junto a uno de los fuegos del campamento de los griegos, undesanimado hoplita de Traquis comentó que al día siguiente, cuando los persas atacaran, sus flechas taparían el sol.
Los persas comenzaron a avanzar y penetraron en el desfiladero. Quietos, formados en grupo los espartanos entonaron el peán (himno en honor al dios Apolo). Con gran griterío los persas se lanzaron a la carga; cuando ya estaban muy cerca, la falange espartana se puso en marcha. Elchoque fue terrible, los persas se lanzaban a cientos sobre la muralla humana formada por los espartanos, en cuyas lanzas se atravesaban. Sentado en su trono Jerjes se revolvía ante lo que estaba presenciando, los espartanos estaban literalmente masacrando a sus tropas.
Al caer la tarde los persas se replegaron dejando gran cantidad de muertos sobre el terreno. Sin pausa, para no dar respiro alos defensores, el general persa Hidarnes envió a la guardia real persa, los llamados diez mil inmortales, convencido de que estas tropas escogidas aniquilarían fácilmente a los ya cansados griegos.
El valor y el ímpetu desplegado por los inmortales fue digno de ser recordado. Los espartanos sufrieron algunas bajas, pero su falange no se deshizo. Los persas trataron de hallar cualquier aberturapara romper las líneas griegas, pero no lo había.
Con el crepúsculo cesó la batalla. Jerjes se revolvía inquieto, ni él ni sus generales sabían como vencer la resistencia de los griegos. Además, para empeorar las cosas, su flota había combatido con la de los griegos en las cercanías del cabo Artemisón sin conseguir derrotarla, por lo que no había manera de flanquear las Termópilas por mar.
Elejército persa no podía esperar indefinidamente, pronto los suministros escasearían y la moral estaba por los suelos. Entonces, apareció un traidor, Efialtes. Tras asegurarse una suculenta recompensa, informó a Jerjes de que existía un sendero que, rodeando el monte Kalidromos, salía al otro lado del paso, donde sorprenderían a los espartanos por la retaguardia.
Al descubrir la maniobra envolvente delos persas, Leónidas ordenó que todas las tropas griegas abandonaran el lugar de inmediato. Así se salvarían y podrían volver a combatir más adelante. Sin embargó, decidió quedarse él con los trescientos espartanos. Los setecientos hoplitas se negaron a obedecer la orden de retirada y abandonar a los espartanos. Así pues, este puñado de hombres, que constituía todo el ejército de Tespias,...
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