Batallas en el decierto
En Las batallas en el desierto, el narrador y protagonista Carlos, aún niño en el sentido fisiológico del término, adentra al lector en un universo infantil que coquetea con el adulto, con el universo adulto de tentaciones turbadoras.Conoce a la madre de su amigo Jim, una madre en la flor de la vida, con 28 años, cuya sensualidad no pasa inadvertida para un Carlos en el que empieza a despuntar esa placentera losa de la vida adulta: el deseo. Carlos es un niño que no vacila, no se queda en el terreno plácido de las brumas platónicas y decide mostrarse ante su inalcanzable amada. Una mañana se escapa de clase, a sabiendas de que laencontrará sola en el domicilio, y se presenta en casa de la madre de Jim. La inesperada visita sorprenderá a la bella mujer, pero también le halagará, dejará un poso dulce en su alma. En los encuentros anteriores de meriendas y juegos, ella se ha mostrado interesada en Carlos, de algún modo. Es algo más que la cálida indiferencia de una madre ante el amigo de su hijo, y él lo nota.
Toda lanovela es un canto a la infancia, esa infancia que conoce las primeras fisuras, las primeras grietas por donde entra el dolor, y que Pacheco nos presenta de un modo no sabemos si autobiográfico pero sí, desde luego, atractivo
Pero la visita trascenderá, y los padres de Carlos se enteran, se encandalizan, lo tratan de loco, de enfermo, de perturbado, de vicioso. Él no entiende nada, no siente quehaya hecho nada malo, tan sólo hacer caso a los dictados de corazón, pero se encontrará con el rechazo y las miradas torvas de los demás.
Han pasado casi treinta años desde que Pacheco escribiera esta novelita. La última la entregó a la imprenta en 1992. Durante este tiempo se ha dedicado especialmente a su faceta lírica; en 2009 publicó dos títulos, Como la lluvia y La edad de las tinieblas.A pesar de la fractura temporal, la obra ha envejecido favorablemente. Habla del pasado, y ese ejercicio de la memoria lo recibe el lector de un modo siempre fresco. Da igual que se hable de finales de los años cuarenta, en México, en 1981 que en 2010. Toda la novela es un canto a la infancia, esa infancia que conoce las primeras fisuras, las primeras grietas por donde entra el dolor, y que...
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