Bauman La gran apuesta
Según la visión de Bauman podemos ver a los acreedores de hipotecas como “Locales”. Estos como consumidores no generan ni negocian valor . Por otro lado encontramos a los Bancos e
inversores, que son los que imponen las reglas del juego en el mercado. Generan valor con el
interés que se cobra por el crédito que se les da a los acreedores de Hipotecas. “La empresa pertenece a las personas que invierten en ella: no a sus empleados, sus
proveedores ni la localidad donde está situada”1 El autor tenía en mente, al citar a Dunlap, lo que implica el resto de la frase: que los
empleados, proveedores y voceros de la comunidad, no tienen voz en las decisiones que
puedan tomar los inversores; y por consiguiente, son los verdaderos tomadores de decisiones son ellos. Esto se confirma cuando vemos que los bancos sostienen la burbuja inmobiliaria
para desprenderse de la deuda y luego despiden a sus trabajadores para solventar sus
pérdidas. Cuando escuchamos el diálogo entre Ben Rickert (Brad Pitt) y los 2 pequeños inversores
entendemos que es lo que Bauman refiere cuando dice:
“Algunos consideran que la "globalización" es indispensable para la felicidad; otros, que es la causa de la infelicidad”2
.
Entendemos por qué “la gran apuesta” seria algo bueno para ellos, pero la crisis inminente
dejaría a miles de personas en la calle. De esta manera afirmamos lo dicho por el autor: “Ser
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local en un mundo globalizado es una señal de penuria y degradación social” .
También advierte su preocupación por la interrupción progresiva de las comunicaciones entre las elites cada vez más globales y extraterritoriales y el resto de la población, que está
“Localizada”. Como vemos al final se nos muestra a modo de humor como los globales cambian la perspectiva de la situación y culpan a los locales por la tasa de impago.
Albert J. Dunlap (con Bob Andelman), “How I save Bad Companies and Made Good ...
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