Baumann

Anotación de el profesor Adam Weg (Teorías de la media – Invierno 2004) Universidad de Chicago

Paul Virilio “La Estética de la Desaparición”
Originalmente en Ingles; traducción por Diego del Castillo.

El tratado de Paul Virilio la Estética de Desaparición - más meditación virtuosa que la beca tradicional considera las motivaciones y repercusiones de una sociedad contemporánea fascinada porla velocidad. La velocidad es entendida literalmente como el espacio (distancia) trazada contra el tiempo (duración), alcanzando su límite absoluto en la luz, que colapsa tanto espacio como tiempo. En efecto, Virilio está en sintonía exactamente con la obsesión cultural correlacionada con el movimiento (conducir, volar, montar) a altas velocidades y la inspección (mirar) de imágenes (de luz) enmovimiento. En este límite, la luz (velocidad absoluta) disuelve el dualismo implícito suspendido entre estos fenómenos, aquel del movimiento encarnado y aquel del estímulo incorpóreo, esperando un acontecimiento neuro-psicológico efectuado por la descarga simultánea o sincrónica de neuronas al cerebro que causa a un momento epileptico, o, en términos de Virilio, picnoleptico. Tales lapsos soncompletamente comunes en niños que maduran cuyos mecanismos psíquicos en vías de desarrollo son a menudo momentáneamente incapaces de asimilar la contingencia predominante de la experiencia exterior, y en adultos durante sus momentos de despertar - el ejemplo de Virilio, con el que abre el libro, es de dejar caer el café de mañana, un lapso en la conciencia del cual uno es fundamentalmente inocente.Crucial a estos dos momentos, cada uno funcionando synecdoticamente, es su lugar estructural en el punto del paso entre binarios radicales: sueño inconsciente y conciencia consciente; infancia inconsciente y adultez consciente. La velocidad, entonces, al inducir tal sobrecarga sensorial, suplanta el proyecto de la razón (conocimiento maduro) elidiendo la diferencia observable, situando alobservador en una percha entre cosas - entre binarios - el observador queda marcado, de paso, como indiferente. En efecto, el mundo acelerado (o el mundo desde el punto de vista de la velocidad) es experimentado como una multiplicidad de variedad irreducible a una singularidad diacrónica o proximidad topográfica, historia, discurso, contexto, ofuscada por la experiencia de la superficie pura, nodiferenciada: la luz. Entrelazada con esta narrativa psicológica hay una narrativa sociopolítica, una que Virilio articula como una relación directa entre velocidad y poder: una velocidad que afecta la invisibilidad, y una invisibilidad que afecta el poder. En una discusión emotiva del magnate de medios americano Howard Hughes – el mismo Ciudadano Kane -- Virilio nota que para el último cuarto de su vidaHughes, habiendo perseguido avenidas tradicionales de la riqueza y habiendo acumulado en efecto una verdadera fortuna, se volvió un ermitaño de una clase particular de recluso afirmado en el conjuramiento de una inercia vía la velocidad. Afrontado con su muerte inminente y torturado por la transitoriedad aparente de su fortuna material, Hughes intentó una cierta simultaneidad espacio-temporal,aparcando los mismos coches y aeroplanos no usados en aeropuertos a través del país, mirando desde su cama las mismas películas una y otra vez, y, en 1938, rompiendo el récord aéreo para circunnavegar el mundo y luego aparcar su aeroplano triunfante en el lugar preciso en donde estaba antes de su marcha (como si nada hubiese pasado (n.trad)). En la promulgación de tales ciclos, Hughes efectúa unacierta banalidad omnipresente - el sentimiento de inercia - el efecto de permanecer igual a través de tiempo y espacio. En la obsesión con la velocidad que ocupa la parte última de la vida de Hughes Virilio sostiene que el verdadero objeto del deseo de Hughes no es la velocidad sino el poder absoluto, un poder tanto sobre la mortalidad física personal como sobre otra gente. Por supuesto, el ejemplo...