Beatriz ensor
Ricardo MARIN IBAAEZ'
La •Escuela Nueva• es una expresión amplia y hasta equívoca, que curiosamente apunta a unas reafizaciones inequívocas. De hecho todo lo actual tiene el carácter de •nuevo•. Sería dificil encontrar un período cualquiera que no tuviese sus propias aportaclones. La historia de la educación trata de un modo preferente de sus innovaclones. Entodas las épocas hay una tentación irresistible a designar sus hallazgos como •lo nuevo•, pero la fugacidad irrestañable del tiempo hace que pronto se truequen en viejos. En ocasiones logros posteriores los han convertido no sólo en viejos sino, ademés, en inválidos y hasta en rémora para el progreso. Pero el lenguaje escrito dejó su impronta inmóvfl. Y ahf quedan libroa sln cuenta designando comonueva esa educación ya pretérita. Con frecuencia al hablar de Escuela Nueva los autores se refieren a épocas y países concretos y con claro acento político. Con el nuevo régimen advino una nueva educación que conviene analizar. Citemos un par de obras a titulo de ejemplo en esta línea. Paul Beurdeley publicaba en 1884 La Escuela Nueva para contar las excelenclas educativas del nuevo régimen enFrancia a partlr de la revolución y más concretamente desde la caída del Imperio, inslstiendo en los aspectos legales e Institucionales, mientras que Armando Carllnl, en su obra Hacfa !a Escuela Nueva, contempla las reformas educativas en Italla a partir de 1923, desde el ángulo teórico y crítico. Como designaclón temporal y como indicación de cambio, bajo la divisa de nuevo, se puede incluircualquier cosa, todo, porque todo, o al menos no pocas cosas, en su momento lo fueron. Como dice Lourenço Fllho en La Escuele Nueva (pp. 15-16): •Dando por sentado que no existe institución más antigua que la de educar, puede asegurarse tamblén que no hay novedad más vieja que la de la Escuela Nueva.*
MEDIO SIGLO DE ESCUELA NUEVA, 1889-1939 Cuando los tratadistas actuales se enfrentan con el temasuelen circunscribirlo entre el último decenio del siglo pasado y la mitad del presente. Extremando un poco la cronología, con todos los riesgos de poner límites precisos a una realidad histórica, siempre condicionada y condicionante, enmarcaríamos la Escuela Nueva en el medio siglo preciso que va de 1889 hasta 1939. Con las inevitables reservas y objeciones que pueden plantearse a cualquier cortetajante, creemos que resulta útil esta primera acotación del tema. La razón de estos dos hitos tiene desigual valor. EI primero, 1889, pocos lo discutirían. EI doctor Cecil Reddie funda en esa fecha una «Escuela Nueva• que va a ser el modelo de otras muchas europeas. La New School no era sólo una designación temporal o de renovación. Era un intento de contraponerse a las Publlcs
' Cat^drático dePedagogía, Universidad de Valencia.
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Schools, los centros clásicos ingieses, marcando nuevas nrtas educativas. Ei poder difusor de la Escuela que Reddie fundara en Abbotsholme merece colocarla como un mojón inicial. La fecha de 1939 tiene un carácter distinto y tai vez más discutibte. Ei comienzo de la últlma conflagración universal hizo que todas las energfas se dedicaran a la guerra. AIterminar en 1945 la educación tomó otros rumbos. Persisten no pocas instituciones de las décadas anteriores, pero ya han perdido su car8cter de bandera y frontera. Ahora la iniciativa corresponde a otros, aunque muchos de sus ideales han quedado incorporados al común haber de la educaclón en la segunda mitad del siglo.
LA •ESCUELA NUEVA• EN SENTIDO ESTRICTO Esta delimitación temporal esinsuficiente. De otro modo nos obligarfa a considerartodas las figuras y logros de este medio siglo. La necesidad en que se encuentra el historiador de incluir en una vasta panorámica todos los hechos de un perfodo determinado y buscar pracedentes, consigulentes y concomitantes, hace que se desborden los Ifmitas y se iacabe cayendo en la casi lnevitable tentación de considerar todas las lnnovaclonea de...
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