Beauty from pain.pdf
Estuvieron de acuerdo que fueran tres meses ... pero su amor no conoció límites.
Jack McLachlan es un magnate de elaboración del vino y fácilmente uno de los
solteros más codiciados de Australia. Su éxito y la riqueza no lo hacen ajeno a las
complicaciones de las relaciones románticas y es por eso que va a tomar medidas
extremas para evitar la molestia. Prefiere la sencillez en laforma de una bella
compañera sin condiciones. Él arregla relaciones como negocios y siempre son lo
mismo. No hay relaciones a largo plazo. No hay nombres reales.
Es su juego y sus reglas. Es está satisfecho de jugar como de costumbre, pero
cuando Laurelyn Prescott entra en su vida, su estrategia debe cambiar, porque esta
jugadora es como ninguna que jamás haya encontrado. Su mundo está patasarriba
después de que comienza un asunto de tres meses con la hermosa músico
estadounidense. Nada va según lo previsto y rompe cada vez más sus propias reglas
por ella, quien está excepcionalmente cerca de convertirse en algo que nunca creyó
posible. Su cambio de juego definitivo.
Capítulo 1
Traducido por Anelynn*
Laurelyn Prescott
Estoy enferma de estar en este avión. El vuelo decuatro horas y media de Nashville
a Los Angeles estuvo bien. La escala fue tolerable, gracias al bar del aeropuerto.
Pero el último tramo de nuestro vuelo a Australia se está volviendo más y más
insoportable con cada minuto que pasa.
Trato de calcular cuánto tiempo queda para aterrizar en Sydney. Mi cansancio hace
difícil para mí hacer la simple ecuación en mi cabeza, pero al parecertodavía faltan
casi dos horas para que sienta la tierra firme debajo de mis pies. Suspiro y me digo
a mi misma ser paciente. Lo he hecho hasta ahora. Puedo tomar otras dos horas.
Quiero decir, en realidad no tengo opción en este momento, ¿verdad?
Miro a mi mejor amiga durmiendo en el asiento junto a mí y estoy irritada. Addison
ha dormido la mayor parte del vuelo, dejándome para entretenerme yosola. Me
ofreció compartir su Valium, pero lo rechacé, seguro que no lo necesitaría.
Equivocada.
Brinco sobre Addison y camino por el pasillo para estirar mis piernas, lo cual ayuda
a sentirme mejor. En cuanto regreso a mi asiento, decido que leer me ayudará a
pasar el tiempo, así que agarro mi e-reader y sigo donde me detuve en el
romanticismo-de-zorras (1) donde comencé anteriormente. Soloen el capítulo seis
y claro, la mujer está enamorada del tipo caliente pero está en negación. Qué típico.
El capítulo veinte está perdiendo potencia cuando el piloto anuncia que estaremos
aterrizando en Sydney en diez minutos. Addison se mueve, así que guardo mi
historia obscena y le doy un codazo, sabiendo que tomará los siguientes diez
minutos para sacarla de su hibernacióninducida-por-drogas.
—Despierta, Addison. Casi estamos en Sydney.
Apenas se mueve así que le doy un codazo otra vez.
—Addison. Levántate. Estamos en Sydney. Necesitas ponerte el cinturón de
seguridad para aterrizar.
Levanta su cabeza y se me queda mirando con ojos desenfocados. Se estira en su
asiento y toma otro momento para orientarse.
—Guau, eso fue más rápido de lo que esperé.
—Supongoya que estabas en un maldito coma. Fueron las trece horas más largas
de mi vida. No pegué un ojo en todo el vuelo porque estaba muy ocupada
preguntándome si iba a terminar siendo comida de tiburón.
Eso salió un poco más cabreada de lo que tenía previsto.
—Bueno, no hay razón para estar triste cuando no tienes que estarlo. Deberías de
haber tomado una pastilla feliz y tal vez no estaríastan enfadada ahora mismo. —
No tendrá que ofrecer dos veces en el vuelo a casa en tres meses desde ahora.
Lección aprendida.
Con el cinturón de seguridad puesto en mi asiento, apreté mis ojos mientras las
llantas del avión chirriaron contra el pavimento. Nuestros compañeros pasajeros
estallan en júbilo y aplausos cuando estamos sin peligro en tierra. No soy la única
alegre por estar...
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