Becerrita cara blanca
Becerrita carablanca te encontré por el potrero.
Fuimos caminando juntos por un campo sin senderos
entre zarzas y nopales, entre huisaches y enebros,
Entre encinasmilenarias cardenches y encinos negros.
Creí que no llegarías, que te iba a vencer el cerro,
El humo de los aguajes, lo pesado del trayecto,
Las aristas de las piedras,
Y el duro azote del cierzo.Cuantos días de nacida tendrías a nuestro encuentro,
Cuatro o cinco cuando mucho, si tengo el ojo
certero
Tu madre te abandono por que pudo mas el miedo,
Que el instinto maternal cuando comenzóel arreo,
Con gritos de caporales, silbidos y juramentos,
Piafar de cuacos briosos y restallido de cueros.
Becerrita carablanca,
Cuantas veces, no recuerdo, te fui a buscar por el campo
Paraincorporarte al grueso de la mugiente manada de vacas y de
terneros.
Hasta mi noble caballo se deleitaba en el juego,
Pasabas entre sus patas sin que te tocara el pelo
Y hasta te buscaba el solosin que yo rigiera el freno.
Erramos tres galopando en el campo sin senderos,
Seis horas de cerro a rancho los tres juntos en silencio.
Solos en la multitud de reces y de vaqueros,
Como si nohubiera habido mas mundo, que el mundo nuestro.
Tus ojos mansa ternura,
Los de mi caballo fieros,
Los míos en lontananza, perdidos aya a lo lejos,
Aspirando aire de campo y rumiando misrecuerdos.
Después en los tres corrales,
Polvareda de herradero, afilada de navajas, encendida de braceros,
Y reatas buscando patas y encontrando cuernos.
Jornada de rancho antiguo con costumbre deotros tiempos.
El sol doraba la cerca, refulgía en el acero,
Sudaban hombres y bestias, sangraban algunas manos y se rompía algún
freno.
No deje que te marcaran ni que te pusieran fierro,
Noquise ver sangre fresca en la seda de tu pelo, ni oler carne
chamuscada, ni sentir tu recio forcejeo entre dos recios caballos,
presa de patas y cuello.
Ni oír tu inútil quejido, ni verte temblar...
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