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INTRODUCCIÓN:
La lírica es el género subjetivo por excelencia y por ello el más próximo al lector: leer un poema es un acto íntimo, tan incomunicable como la propia poesía. En esta subjetividad sonsiempre dos los implicados: autor y lector pueden identificarse por igual en el poema. Sin embargo, el texto lírico es también -como el resto de los textos Iiterarios -una «ficción». Hay que discernirentre la subjetividad del hablante, como individuo real, y la del ‘yo’ emisor del texto, como individuo literario. El ‘yo’ enunciador es inseparable de la propia enunciación. Ese pronombre personalsin antecedente, en el que se reconocen los lectores, es un fenómeno exclusivo de la poesía, que crea una ambigüedad propicia para la generalización de la experiencia y la identificación del lector conese ‘yo’ implícito en el texto.
La tendencia general de interpretar los textos con intención biográfica parece un notable empobrecimiento de la independencia artística del poema, cuyo análisis debecentrarse en su configuración interna y en sus posibilidades semánticas propias. No se trata de negar afinidades entre la experiencia real del escritor y el significado emotivo del poema, sino depreservar la autonomía de éste como texto artístico.
La interpretación, sin embargo, no agota jamás el texto, ni siquiera es capaz de desvelar su misterio. Y más cuando, como en el caso de la lírica, lapalabra está dotada de una especial musicalidad. Es fundamental, pues, ahondar en el valor del lenguaje, en el poder casi mágico de la palabra. No existe mundo poético, sino manera poética de ver elmundo. Hay que insistir, en este sentido, en la importancia de la lectura, al margen de la interpretación, como fuente de placer estético y de emoción lírica. Aprender a amar la poesía es tambiénaprender a paladear su textura sonora: que se llene la boca con su magia y con su música.
Desde el último tercio del Siglo XIX, la lírica española moderna tiene un referente imprescindible y esencial en...