Beckett - Relatos
SAMUEL BECKETT
RELATOS
SAMUEL BECKETT
Nació en Dublín en 1906. Tras cursar estudios en la Portora Royal School y el Trinity College de su ciudad natal, fue nombrado profesor de la École Normale Supérieure de París. En esta ciudad conoció a James Joyce, de quien se convirtió muy pronto en amigo íntimo y confidente. Participó activamente en la Resistencia francesa durante la SegundaGuerra Mundial, desdeñando su neutralidad de ciudadano irlandés y, a partir de 1945, se instaló definitivamente en Francia, donde escribió toda su obra indistintamente en inglés o francés. En 1969 recibió el Premio Nobel de Literatura; eso no turbó la vida retirada que llevó hasta su muerte, acaecida en París en 1989. Tusquets Editores ha publicado de él, además de Esperando a Godot (Fábula 26), susobras Film (Fábula 166), Detritus, Fin de partida, Pavesas, y Eleutheria, su primera obra de teatro (Marginales 60, 88, 97 y 148). Asimismo se han reunido en un solo volumen sus textos narrativos dispersos, Relatos (Marginales 159, ahora también en la colección Fábula).
Traducciones de Félix de Azúa, Ana Maria Moix y Jenaro Talens
INDICE
PRIMER AMOR 5
EL EXPULSADO 13
EL CALMANTE 19
ELFINAL 25
TEXTOS PARA NADA 33
DE UNA OBRA ABANDONADA 53
IMAGINACIÓN MUERTA IMAGINA 65
DE POSICIONES 67
A LO LEJOS UN PÁJARO 71
VERSE 72
BING 73
BASTA 75
SIN 78
El despoblador 80
Para acabar aún 89
Inmóvil 91
El acantilado 93
PRIMER AMOR
Asocio, para bien o para mal, mi matrimonio con la muerte de mi padre, en el tiempo. Que existan otras uniones, en otros aspectos, entre ambascosas, es posible. Bastante difícil me resulta decir lo que creo saber.
Me acerqué, no hace mucho, a la tumba de mi padre, esto sí que lo sé, y me fijé en la fecha de su muerte, de su muerte tan sólo, porque la del nacimiento me era indiferente, aquel día. Salí por la mañana y regresé de noche, habiendo comido algo en el cementerio. Pero unos días más tarde, deseando saber a qué edad murió, tuve quevolver a la tumba, para fijarme en la fecha de nacimiento. Estas dos fechas límite las tengo anotadas en un pedazo de papel, que conservo en mi poder. Y así es como estoy en condiciones de afirmar que debía de tener más o menos veinticinco años cuando me casé. Porque la fecha de mi nacimiento mío, eso he dicho, de mi nacimiento mío, no la he olvidado jamás, jamás me he visto obligado a apuntarla,ha quedado grabada en mi memoria, por lo menos la milésima, en cifras que la vida va a tener que sudar tinta para borrar. También el día, si hago un esfuerzo, lo encuentro, y lo celebro a menudo, a mi manera, no diré siempre que viene, no, porque viene demasiado a menudo, pero sí a menudo.
Personalmente no tengo nada contra los cementerios, me paseo por ellos muy a gusto, más a gusto que en otrossitios, creo, cuando me veo obligado a salir. El olor de los cadáveres, que percibo claramente bajo el de la hierba y el humus, no me desagrada. Quizá demasiado azucarado, muy pertinaz, pero cuan preferible al de los vivos, sobacos, pies, culos, prepucios sebosos y óvulos contrariados. Y cuando los restos de mi padre colaboran, tan modestamente como pueden, falta muy poco para que me salten laslágrimas. Ya pueden lavarse, los vivos, ya pueden perfumarse, apestan. Sí, como sitio para pasear, cuando uno se ve obligado a salir, dadme los cementerios y ya podéis iros a pasear, vosotros, a los jardines públicos, o al campo. Mi bocadillo, mi plátano, los como con más apetito sentado sobre una tumba, y si me vienen ganas de mear, y me vienen con frecuencia, puedo escoger. O bien me pierdo, lasmanos a la espalda, entre las losas, las rectas, las planas, las inclinadas, y mariposeo entre las inscripciones. Nunca me han decepcionado, las inscripciones, siempre hay tres o cuatro tan divertidas que me tengo que agarrar a la cruz, o a la estela, o al ángel, para no caerme. La mía, la compuse hace ya tiempo y sigo estando satisfecho, bastante satisfecho. Mis otros escritos, todavía no se han...
Regístrate para leer el documento completo.