Bei Dao
Despreciable es el salvoconducto del vil,
Noble, el epitafio del noble.
Vean, pues, en el baño de oro del cielo cómo
Flotan los reflejos serpenteantes de los muertos.
Laépoca de los glaciares ha pasado ya.
¿Por qué entonces todo afuera es hielo?
El Cabo de Buena Esperanza lo ha descubierto:
¿Por qué mueren en el mar las mil velas que compiten entresí?
Vine hasta este mundo
Y sólo traje papel, una cuerda y mi sombra,
Para estar en el juicio
Y leer en voz alta la sentencia:
Te digo, mundo:
¡Yo-no-creo!
Si bajo tus pies hay milretadores,
Pues entonces considérame después del número mil.
No creo que el cielo sea azul;
No creo que el trueno tenga eco;
No creo que el sueño sea falso;
No creo que la muertequede sin retribución.
Si los océanos van a romper los diques,
Entonces que todas las aguas amargas desemboquen en mi corazón;
Si los Continentes vuelven a elevarse,
Entonces lahumanidad volverá otra vez a vivir en las alturas.
Las nuevas oportunidades y las estrellas titilantes
Salpican sin estorbos todo el cielo.
Son cinco mil años de pictogramas.
Es lamirada fija de la humanidad futura.
QUIZÁS EL CORAZÓN
Salvatore Quasimodo
(Versión de Carlos Germán Belli)
Se hundirá el olor acre de los tilos
en la noche de lluvia. Será vano
eltiempo de la dicha, su furor,
su mordisco de rayo que explosiona.
Apenas queda abierta la indolencia,
el recuerdo de un gesto, de una sílaba,
pero como de un vuelo lento de aves
entrevanos de niebla. Y aún aguardas
no sé qué cosa, mi extraviada; acaso
una hora que decida, que recuerde
el principio o el fin; similar suerte,
ya. Aquí negro el humo de los incendios
secaaún la garganta. Si lo puedes,
olvídate de aquel sabor de azufre
y el pavor. Las palabras nos fatigan,
rebrotan de una lapidada agua;
quizás nos quede el corazón, quizás...
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