Belgrano, Mnauel
Autor: Felipe Pigna, Clarín, 20 de junio de 2005.
La otra historia ha condenado a Manuel Belgrano a no ser. Belgrano no tiene día en el calendariooficial. El día de su muerte es el Día de la Bandera. Y ya sabemos de la importancia que el símbolo patrio adquiere entre nosotros más allá de los festejos deportivos y las declamaciones patrioterasde ocasión. No nos han enseñado con ejemplos a querer a nuestra Bandera. Ha sido violada y usurpada por los gobiernos genocidas que han hecho abuso de su uso. Hay que recuperarla para nosotros, y ésaes una tarea imprescindible pero larga. Mientras tanto, Belgrano sigue sin ser recordado como se merece.
El desprendimiento, el desinterés y la abnegación son virtudes que nuestras "familiaspatricias" dicen admirar en los demás, pero que no forman parte de su menú de opciones. Ellas morirán mucho más ricas de lo que nacieron porque el resto de los argentinos morirá mucho más pobre. Leyes de lasmatemáticas, de la suma y de la resta.
Claro que omiten decir que Belgrano nació rico y que invirtió todo su capital económico y humano en la Revolución. No dicen que Belgrano no se resignó a morirpobre y reclamó hasta los últimos días de su vida lo que le correspondía: sus sueldos atrasados, y que se aplicaran a los fines establecidos los 40.000 pesos oro que había donado para la construcciónde escuelas y que le fueron robados por los perpetradores de la administración pública.
Manuel Belgrano fue mucho más que el creador de la Bandera. Estamos hablando de uno de los intelectuales máslúcidos de su tiempo que pudo escribir párrafos como los que siguen y que mantienen una dolorosa actualidad. Escribía en La Gaceta el 1º de septiembre de 1813: "Se han elevado entre los hombres dos clasesmuy distintas; la una dispone de los frutos de la tierra, la otra es llamada solamente a ayudar por su trabajo la reproducción anual de estos frutos y riquezas o a desplegar su industria para...
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