Belgrano

Es bueno imaginarlo en la noche del 24 de mayo de 1810, descansando en un sillón en la casa de Rodríguez Peña, oyendo discutir a sus amigos en la habitación de al lado levantándose y entrando en lasala para decirles: “si a las tres de la tarde de mañana el virrey no ha renunciado, lo tiraremos por la ventana de la Fortaleza”.

Es bueno imaginarlo viniéndose al Norte con menos de doscientosdesarrapados, con la misión de unificar la Banda Oriental, Corrientes, Santa Fe y Paraguay y encontrándose con la pobreza y el sufrimiento de la gente.

Me gusta imaginarlo escribiéndole a Saavedra:“me hallo escaso de dinero, porque de Santa Fe solo me mandaron 400 onzas con las que estoy socorriendo a la gente...”.

Sobre todo, me gusta imaginarlo rebelde y transgresor, desobedeciendo a BuenosAires e izando esa bandera que el gobierno le había prohibido izar, aquí, en las orillas del Paraná, para irse enseguida a Salta como Jefe del Ejército del Perú, un ejército pobre y desarmado con el quetenía que enfrentar los tres mil hombres de Goyeneche.

Desde Buenos Aires lo reprendieron por la bandera. Respondió furioso que la guardaría para que nadie se acordara de ella y que si alguien lepreguntaba respondería que la escondía para izarla cuando sus hombres obtuvieran una gran victoria.

Porque después, lejos de esa Buenos Aires tan ajena a la pobreza y a la soledad de “las cruelesprovincias”, como dijo Borges que dijo Laprida, ante el avance del general Tristán encabezó esa epopeya harapienta que fue el éxodo jujeño.

Imagínese cualquiera en su lugar: “si quieren ser libresquemen todo lo que pueda ser útil al enemigo, quemen sus casas, sus sembrados, tomen todo lo que puedan llevar consigo y únanse al ejército”. Y la gente abandonó sus ranchos, sus casas, sus tierras ymarchó con él.

Me gusta imaginarlo gritándole al gobierno de Buenos Aires “educación, educación es lo que necesitan estos pueblos para ser virtuosos e ilustrados, si no, jamás seremos nada”, un...