Belleza americana
BELLEZA AMERICANA
[pic]La bañera, los petalos y la flor en el cielo raso
De vez en cuando una película de sobrios planteamientos, que no eluden la influencia del serial televisivo, hace que Hollywood demuestre lo "liberal" que puede ser. Hace dos años As good as it gets recomponía en tono de comedia el sueño americano de la independenciaindividual. Este año la superoscarización de American Beauty (Belleza Americana, de Sam Mendes, 1999) reaviva el viejo debate de la brecha generacional.
La sobriedad y el arranque casi opaco de la película (digno incluso de "Los Simpsons") parecen eludir de toda posibilidad poética más allá de los prosaicos sueños eróticos del protagonista (la amiga adolescente de su hija prodigando pétalos derosas en una bañera). Se trata de una familia clase media en la que Lester Burham (Kevin Spacey) y su mujer Carolyn (Annette Bening) conviven con su hija Jane (Thora Birch) en una serie interminables de convencionalismos.
Harto de su empleo y la paz familiar, Lester Burham se pasa al bando de los más jóvenes. El enigmático vecino joven Ricky Fitts (Wes Bentley), traficante de mariguana; y lasupuestamente vital Angela Hayes (Mena Suvari) la amiga de Jane, lo convencen de un cambio radical: la gimnasia, la mariguana y la renuncia a su empleo con chantaje de por medio. Su mujer recorre un camino contrario, con una neurosis cuya tesitura no decae durante todo el film, sumida en el adulterio y la sordidez.
El poliédrico aunque no impecable guión de Allan Ball (primera incursión en el cine, a élse debe la creación de la serie de T.V. "Cómo duele crecer") y la ductilidad de Sam Mendes (otro principiante Belleza Americana es su opera prima) para hallar poesía en lo tosco, y convivir con la verdad central de cada personaje, hacen de una película divertida, reflexiva y lírica a la vez. Por eso, este filme es en estos tiempos casi un lujo de la delicadeza, una demostración de contundenciapoco vista. (Hay que coincidir por una vez con la Academia).
El micromundo del vecindario (matrimonio pequeñoburgués, exmarine y familia, pareja gay) trasciende a mundo representativo de la (Norte) América en el tránsito del cambio de siglo. Las consignas contraculturales de los sesenta sobreviven solapadas en una supuesta armonía generacional que se ha vuelto evasiva e hipócrita.
El exmarine padrede Ricky, Coronel retirado Frank Fitts (Chris Cooper) organiza su familia en una "estructura" fascista y homofóbica (en efecto, mata al protagonista creyendo que es amante de su hijo). Este hijo es un consumado traficante de mariguana (inicia al protagonista principal en este vuelo), y personaje central de la revelación de la Belleza Americana: la basura que flota en el viento.
Resultaconmovedor que la película se dedique a demostrar que no hay otra belleza. Belleza Americana es la apuesta de la contracultura desde el quieto e integrado butacón de la sala, donde se ve televisión. Pero en la que ni siquiera la T.V. es un artefacto ajeno a la poesía.
El protanista Lester Burham (impecable Spacey, impecables casi todos los actores) parece un personaje de Woody Allen que hubiera sidoempobrecido culturalmente por el medio y estuviera situado en el lugar equivocado. Sin embargo, con su muerte compra una tajada de felicidad: mariguana y autoestima, bienes de precios estratosféricos.
La distancia con su mujer y su hija jamás será salvada, aunque en su intento de seducción con la amiga de su hija, descubrirá la importancia del respeto a los semejantes (aun cuando parecen tandiferentes, por edad y género). En este sentido Belleza Americana es también una extraña película de la bondad.
En Belleza Americana, la neurosis de la brecha generacional queda subsanada a medias. Si la hija del protagonista a pedido a su novio que mate a su padre, esta muerte se resuelve "desde otra mente", la del fascismo no visible pero cotidiano. Y la posibilidad de la poesía queda flotando en el...
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