Benito juárez y Maximiliano

BENITO JUÁREZ VS MAXIMILIANO DE HABSBURGO

Sin lugar a duda, uno de los mejores presidentes que ha tenido México ha sido el Lic. Benito Pablo Juárez García, un hombre justo, buen padre, amoroso esposo y amigo leal, de los pocos amigos sinceros que conservó durante su vida. De convicciones firmes y con un gran amor a la patria y una gran vocación incomparable para servir a su pueblo, que lohabía llevado por elección popular hasta la presidencia.

Nos ubicamos para ser precisos en el siglo XIX, en el año 1864, el segundo imperio trataba de ganar día a día más adeptos y una importante para Maximiliano, en el ajedrez político era Juárez. Maximiliano dirige una carta al presidente Juárez, en la cual Don Benito deja ver su molestia y enojo, dejando muy claro su lealtad a la patria y ladefensa de su soberanía, contestando a la misiva de una forma diplomática y educada, le llama traidor al supuesto emperador.

Dejo aquí la transcripción de la misma, muy poca gente conoce la existencia de esta carta:

Monterrey, mayo 28 de 1864.

Respetable señor: Usted me ha dirigido una carta confidencial fechada el 2 del presente desde la fragata Novara. La cortesía me obliga a darle unarespuesta, aunque no me haya sido posible meditarla, pues como usted comprenderá, el delicado e importante cargo de Presidente de la República absorbe todo mi tiempo sin descansar ni aun por las noches.

El filibusterismo francés ha puesto en peligro nuestra nacionalidad y yo, que por mis principios y mis juramentos he sido llamado a sostener la integridad de la Nación, su soberanía eindependencia, ha tenido que multiplicar mis esfuerzos para responder al sagrado depósito que la Nación, en el ejercicio de sus facultades soberanas, me ha confiado. Sin embargo, me he propuesto contestar aunque sea brevemente los puntos más importantes de su misiva.

Usted me dice que “abandonado la sucesión de un trono en Europa, su familia, sus amigos y sus propiedades y lo que es más querido para unhombre, la Patria, usted y su esposa doña Carlota han venido a estas lejanas y desconocidas tierras obedeciendo solamente al llamado espontáneo de la Nación, que cifra en usted la felicidad de su futuro”. Realmente admiro su generosidad, pero por otra parte me ha sorprendido grandemente encontrar en su carta la frase “llamado espontáneo”, pues ya había visto antes que cuando traidores de mi país sepresentaron por su cuenta en Miramar a ofrecer a usted la Corona de México con las adhesiones de nueve o diez pueblos de la Nación, usted vio con todo esto la ridícula farsa indigna de que un hombre honesto y horado la tomara en cuenta. En respuesta a esta absurda petición, contestó usted pidiendo la expresión libre de la voluntad nacional por medio de un sufragio universal. Esto era imposible,pero era la respuesta de un hombre honorable.

Ahora cuán grande es mi asombro al verlo llegar al territorio mexicano sin que ninguna de las condiciones demandadas hayan sido cumplidas y aceptar la misma farsa de los traidores, adoptar su lenguaje, condecorar y tomar a su servicio a bandidos como Márquez y Herrán y rodear a su persona de esta peligrosa clase de la sociedad mexicana. Francamentehablando me siento muy decepcionado, pues creí y esperé que usted sería una de esas organizaciones puras que la ambición no puede corromper.

Usted me invita cordialmente a la ciudad de México, a donde usted se dirige, para que tengamos una conferencia junto con otros jefes mexicanos que se encuentran actualmente en armas, prometiéndonos todas las fuerzas necesarias para que nos escolten ennuestro viaje, empeñando su palabra de honor, se fe pública y su honor, como garantía de nuestra seguridad.

Me es imposible, Señor, acudir a este llamado. Mis ocupaciones oficiales no me lo permitirán. Pero sí, en el ejercicio de mis funciones públicas, pudiera yo aceptar semejante invitación, no sería suficiente garantía la fe pública, la palabra y el honor de un agente de Napoleón, de un hombre...