Benito juarez y sus actos civicos
Hoy, una vez más, como desde hace más de cien años, los Hermanos Masones de todo México se han reunido en las plazas, en los parques o en cualquier sitio público que tenga una estatua, busto o alegoría dedicada al llamado “Benemérito de las Américas”, Benito Pablo Juárez García, para rendirle homenaje a ciento treinta y ocho años de su fallecimiento. Hoy,una vez más, los masones se han cobijado bajo la égida de las autoridades municipales, estatales o federales para llevar a cabo un acto cívico, en el que, sin duda, en la mayoría de los casos, tuvieron presencia destacada con algún discurso patriótico, poesía elegiaca o perorata nacionalista refiriéndose al eximio Presidente de la República Mexicana. Hoy, una vez más, se ha cumplido con un ritualcívico y tradicional para honrar a una gran figura de nuestra historia. Yo no asistí. Van dos 18 de julio que no me presento ante la estatua del Patricio oaxaqueño. Ni falta que hizo, con los ojos cerrados les puedo asegurar lo que ocurrió, por lo menos en la ciudad de Orizaba en que vivo: alrededor de unos diez a veinte (o hasta treinta, si somos optimistas) Hermanos de los dos ritos presentes enla región (el Escocés Antiguo y Aceptado y el Nacional Mexicano), investidos con traje o guayabera blanca y pantalón de vestir negro llegaron al Palacio Municipal, saludaron al alcalde y demás miembros de su Comuna, realizaron una marcha hasta la estatua de Juárez (unas cinco cuadras); luego, las dos o hasta tres autoridades masónicas se sentaron lo más cerca del munícipe que pudieron –o lesdejaron--, se cantó el Himno Nacional, se hicieron honores a la bandera, se pronunció el discurso oficial (por parte de algún miembro del Ayuntamiento), luego se leyó el discurso masónico… tal vez algún estudiante haya ofrecido una poesía, con el tradicional, consabido y barbitúrico estilo exagerado, barroquista y aspaventoso que se viene enseñando y practicando en las escuelas desde hace setentaaños. Luego, la colocación de la ofrenda floral y la guardia de honor de las autoridades municipales al son de la banda de guerra y posterior a ésta, las propias ofrenda y guardia masónicas, donde se lidia a empujones para poder salir en la foto que de todas maneras, jamás se publica en el diario local. Gracias por su asistencia, dice el maestro de ceremonias; se abre la circulación de la avenida –quedebía cerrarse para poder hacer el acto—y todos los masones, fraternalmente se despiden, porque es domingo familiar y se van a sus respectivos domicilios, cumplido el encargo cuasi obligado de rendir homenaje a Don Benito… quizás algunos se lleguen a poner de acuerdo para irse a tomar un cafecito, que no está muy distante un buen sitio para degustarlo… y hasta que nos veamos la noche que nos toqueen Logia.
No es difícil saber lo que ocurre cada 18 de julio (o 21 de marzo) de cada año. Se trata de una especie de ritual que se promueve a partir de las autoridades locales, en que generalmente se invita a la Masonería del lugar, para tomar parte del mismo. No es de extrañarse: los actos cívicos poseen un formato determinado y reiterativo, del cual los masones no tenemos la culpa. Es algoque se viene practicando desde hace años. Vamos, cuando niño, en la escuela primaria se llevaba a cabo algo similar a lo descrito arriba, cada lunes. El formato de un acto cívico, por lo que vemos, es más rígido, inflexible y ortodoxo que las posturas antiabortistas de la Iglesia Católica. Hay que mencionar, eso sí, que con el correr de los años los actos cívicos se han vuelto más reducidos entiempo que antaño, cuando los oradores oficiales –que a veces eran hasta cinco—se echaban sendos discursos de hasta veinte minutos cada uno, pues adornaban los mismos con floridas palabras emanadas de la época del romanticismo. Hoy, se dice lo mismo, pero con menos vocablos que antaño.
No obstante, siempre será sano, educativo y enriquecedor el asistir a un acto cívico. Yo ya no lo hago porque,...
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