Benjamínᴥᴥ


Espejo omnisciente
Era un martes 31 de octubre, Benjamín con un jadeo sesgado trataba de escribir lo más claro posible; su pulso trémulo por el gran impacto que había en el causado en la escenaque había acabado de acontecer frente a sus ojos, esos que nunca le había fallado, no lo podría estar traicionando menos ahora que todo era tan evidente.
“¿Qué es esto? pensaba mientras escribía,Mierda dijo en vos alta arrojándose al suelo del ático lleno de moho causado por la humedad del invierno. Dejo escapar una carcajada malévola, tomo su revólver; ingresando la punta del arma en su bocasaboreando los residuos de pólvora que aún quedaban en ella, de las tantas veces usado, respuestas en desahogos totales de ira, cólera inclemente perjudicial para los culpables de su furia.
Vio charlardos viejos conocidos de toda la vida en un rincón, lo único que los diferencia eran sus túnicas la primera era tan brillante como el sol reflejado en un fluido translucido, el segundo apenas selograba ver en el oscuro lugar.
Ya habían pasado 13 años desde la tragedia que comenzó el trastorno mismo de Benjamín, un joven que para entonces solo tenía 16 años. Recordaba a su madre como una excelentemujer llena de vida dirigente de un hogar con dos hijos, a su padre apenas por fotos que su madre le mostraba; su hermana la veía solo en las noches esclava de su trabajo, una asalariada con su vidallena de deudas incesantes, siendo ella la responsable de los ingresos de la familia. A pesar de que la vida que Benjamín llevaba en ese momento, una vida sin muchos lujos ni riquezas pensaba en unfuturo; en ser un gran fotógrafo, tanto así que con los pocos pesos que le daban de mesada había comprado una cámara fotográfica de segunda mano a un buen precio en el mercado de pulgas.
Se escucharongolpes a la puerta Benjamín fue a ver percatándose de que quien tocaba, era un amigo suyo cerró la puerta de un golpe sin decir a donde iba.
-Ernesto: ¿Dónde estabas ayer?
Benjamín: ¡Ni yo sé,...