Berdella Entre El Silencio y El Olvido

El sobrenombre del “mono” se lo dio ese tinte de rojo quemado de sus cabellos que recordaban el pelaje de los monos aulladores que rondan en las tardes de invierno desde los guamos silvestres en lo profundo de las ciénagas sinuanas. Ligeramente encrespado y un tanto larguito para la usanza común, no dejaba de atraer miradas de reproches de las adustas caras de los pueblerinos que siempre loasocian a la subversión, a la marihuana o a los malandros de arrabales. Un periódico local me había publicado una leyenda de los indígenas del alto Sinú por esos días. Me abordó en Montería en el parque de la catedral lateral que da a la gobernación. Gritó cruzando la calle mientras toreaba a un bus municipal, como si me conociera de toda la vida. Era la primera vez que lo veía.
¡Toño! Leí tu leyendade los indios embera. Necesito hablar contigo ¿Tienes algo sobre Ayapel? Estoy escribiendo, me puedes pasar…
Sus palabras se atropellaron unas con otras como si el tiempo se le estuviera agotando o la Ciénaga de Ayapel se estuviera desbordando y Juan Sábalo se fuera a ir a los humedales del olvido y la incierta memoria. Buscamos la sombra bienhechora porque los rayos ultravioleta hacían mella ennuestra piel, y debajo de un fresco cono vegetal hablamos mucho tiempo. Le pasé varios relatos de las ancestrales leyendas que me habían narrado los sacerdotes indios del alto Sinú. Me gustó mucho su trabajo de Koku-yó, mensajero del sol y Juan Sábalo, yo estoy en su literatura y él está en la mía, porque somos esencia de olvido, grito ancestral, tiempo perdido. Me gustó su trabajo porque supoextraer la esencia del relato mítico embera y de lo que él por su propia cuenta encontró en el Goyo, en sus lecturas y también en la cabeza de los viejos campesinos y construir esas mágicas historias sin que pueda decir que influencié a Berdella o él se copió de mi. Se alimentó como se alimenta cualquier autor de otra obra, pero creó su propio mundo y su propio lenguaje. Se fue para Cali y alláencontró el reconocimiento de escritor que no les damos a los nuestros, pero también encontró la muerte, en el momento que acababa de ganar una beca de Colcultura para escribir una novela. Dicen que escribía ensayos en los diarios locales sobre diversas temáticas del arte y la política que no se conocen en Córdoba. También un libro de poesía “De los asombros” (inédito) que su hijo Leonardo Berdella,también iniciado en las letras y profesor de la Universidad de Córdoba, hace tiempo conserva. Berdella escribió otras cosas, entre las que podemos señalar “Fantazoológico”, “Las travesuras de Tío Conejo” y “Camino de soledad”, moviéndose entre el cuento infantil, la poesía y el relato, y en ellos, muchos elementos de identidad, lo telúrico tropical y elementos universales de la condición humanahasta retazos de los mitos y las leyendas sabiamente armados siguiendo la estructura universal de los mitos y completados con la imaginación. “Juan Sábalo” es su obra más conocida nacional e internacionalmente; una hermosa leyenda imaginada sobre los sueños de los pescadores que tiene como escenario la majestuosa Ciénaga de Ayapel y ganó el premio nacional de literatura infantil del concurso Enka deColombia. Koku-yó, el mensajero del sol, imaginación literaria con retazos transformados de personajes y particularidades de sucesos de las leyendas embera. Pakoré la diosa de la selva en la mitología embera, mujer de pelo largo que le arrastraba y protege a los animales, Espíritu de la selva, lo trasforma en Pakuné de cabellos también largos, Espíritu de la Oscuridad. Manaré el héroe cultural,salió de “las rodillas de un viejo de barbas”, como Jinú-potó-warra, el hijo de la pantorrilla, nace de la pierna de su progenitor, según en mito embera para dos ejemplos. Articula elementos de la cultura embera y transformados los narra en partes con las afirmaciones o reiteraciones del mito o de los cuentos infantiles de Rudyard Kipling, del cual también se nutrió. Esto no le quita meritos a...