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La figura, a la que se dio el nombre de Venus por sus formas muy femeninas, elaborada con instrumentos de piedra de fuego, y que hoy constituye el objeto deexposición más destacado del Museo de Historia Natural de Viena, tiene más de 25.000 años.
Durante 90 años, la mujercita desnuda, regordeta, con pechos y la barriga prominentes y pintada originalmenteen rojo, descansó en una caja fuerte, hasta que en 1998 se mostró por primera vez al público en una exposición sobre arqueología en el palacio de Schonbrunn de Viena.
Su importancia, según losarqueólogos austríacos, se deduce de que su descubrimiento fue anterior al de otras figuras parecidas, halladas en los años 20 y 30 del siglo pasado en el Pirineo francés, Moravia y Rusia, por haber quedadocompleta y porque se podía atribuir inequívocamente a un época determinada.
Según reveló Bence Viola del Instituto de Antropología de la Universidad de Viena, coordinador de las excavacionesactuales, el hallazgo de la figurita de 11 centímetros de alto con ocasión de unas obras para una línea de ferrocarril fue 'el más espectacular pero no el más relevante desde el punto de vista científico'.Desde que fue descubierta, en 1908, sólo se ha trabajado esporádicamente en la investigación arqueológica del lugar del hallazgo, a pesar de que ofrece perspectivas sumamente interesantes como'archivo del clima prehistórico' y porque permite indagar la evolución durante un periodo de 35.000 años.
En 2006 se reanudaron las investigaciones multidisciplinarias en el lugar con la ayuda de biólogos,geólogos e investigadores de otras especialidades; se centran ahora en capas más antiguas del terreno.
Según el investigador, los estratos de un perfil de cinco metros de largo con sedimentos de...
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