Betty
Oh, Federico Moccia... ese hombre que sin mucho esfuerzo es capaz de revolucionar los estrógenos de medio mundo. Ese hombre que preferiría morir de siete formas distintas antesque ver una de sus novelas relegadas a la indiferencia más absoluta. Pues bien, aprovechando que me "obligaron" a ver la película basada en su exitoso debut literario y que ya había leído algunas de susotras novelas, quedando bastante satisfecho además, decidí sumergirme entre las páginas de A tres metros sobre el cielo. El resultado, una lectura simplona, pero esencialmente entretenida, losuficiente como para querer leer también su continuación, Tengo ganas de ti. ERROR. Y ahora, sin más preámbulos, me dispongo a expresar sin ninguna clase de censura ni tapujos la profunda y más quejustificada frustración que siento tras la lectura de este libro. Absteneos estómagos sensibles.
Need for speed
Tobey Marshall (Aaron Paul) es un mecánico que compite con automóviles de gran potencia en uncircuito no autorizado de carreras callejeras. En su lucha por mantener el taller de su familia a flote, Tobey se asocia con el adinerado y arrogante piloto profesional, Dino Brewster (DominicCooper) para construir un auto (Ford Mustang Shelby), pero justo cuando Tobey está por concretar una gran venta con la bróker de automóviles Julia Maddon (Imogen Poots), una desastrosa carrera permite aDino tenderle una trampa, en la que Pete muere, Tobey es enviado a prisión mientras Dino continúa expandiendo su negocio hacia el oeste y quedandose con el 25% de la ganancia de Tobey, que ganó de laventa del Mustang avaluada en 2.7 millones. Dos años más tarde, Tobey es liberado y emprende su búsqueda de venganza, pero sabe que la única posibilidad de rebajar a su rival, Dino, es derrotarlo en lacarrera de alto riesgo conocida como la De León: la competencia más emblemática del circuito de carreras clandestinas, creada por Monarch (Michael Keaton). Para llegar a la meta a tiempo, Tobey...
Regístrate para leer el documento completo.