Between.

 Estaba oscuro, no podía ver absolutamente nada. En mis pensamientos simplemente escuchaba lamentos. Siempre había creído lo mismo, soy buena persona, nunca he hecho algo malo, entonces… ¿Por quéla vida me trata así? No tengo un amor fijo, no puedo ver más allá del querer y necesitar. Quiero a alguien, a quien pueda abrazar, besar, tocar…
Me volteé del otro lado de la cama, y lo ví durmiendo.Estaba justamente al lado mio, respirando cerca de mi rostro. Quise acercarme, quise intentarlo… No pude. ¡Mierda! ¿por qué tiene que ser así? Se supone que es mi novio, entonces… ¿por qué no puedo?Siento que en verdad lo amo. El invasor de mi espacio personal se volteó al otro lado, parecía tan cómodo. Es guapo, agradable, tierno, pero ¿por qué? Luego de largas horas haciéndome preguntasabsurdas sin respuestas, decidí cerrar mis ojos, ya estaba a mi límite.

Paseaba por la ciudad en busca de algo con qué distraerme. El sexo con Valentín no había sido suficiente, la verdad, busco algo conlo que pueda sentirme plenamente satisfecho. Entraba con pasos tranquilos al parque, donde lo ví. Sus ojos verdes me mantenían hipnotizado, sus cabellos castaños hacían un combo perfecto deperfección. Sentí mi estómago dar vueltas y vueltas, ya saben, como cuando te da tanto apetito que comes lo primero que ves.
Se acercó a mi con una gran sonrisa dibujada en el rostro, su aspecto parecía tímidoy eso me daba cierto toque de ternura. Al oír su voz, sentí un escalofrío pasar por todo mi cuerpo.
Hey, ¿has visto a un perro… uhm… peludo? – Dijo, para luego soltar una risita armoniosa que me pusocomo loco.
Lamentablemente, no. Soy Iván, ¿quieres de mi ayuda? – Respondí para parecer lo más amable que podía. Nunca hacía este tipo de cosas, pero este chico me subió los ánimos de tan sóloverlo.
Él es, él era y él será la respuesta a todas mis dudas.


Buscamos y buscamos, por todo el parque, ¡nadie había visto a ningún perrito como ese! Hasta que lo escuchamos. Escuchamos unos ladridos...