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San Gabriel sale de la niebla húmedo de roció. Las nubes de la noche durmieron sobre el pueblo buscando el calor de la gente punto. Ahora estapor salir el sol y la niebla se levanta despacio,enrollando una sabana, dejan hebras blancas encima de los tejados. Una vapor gris, apenas visible, sube de los arboles y de la tierra mojada y atraídapor las nubes; pero se desvanece en seguida. Y detrás deel aparece el humo negro de las cocinas, oloroso a encino quemado, cubriendo el cielo de cenizas.
El viejo Esteban dejo entrar a las vacas deuna por una, mientas las ordeñaba. Dejo al ultimo a ladesahijada, que se estuvo brame y brame hasta que por pura lastima la dejo entrar. “Por ultima vez le dijo; míralo y seguetéalo; míralo como sifuera a morir. Estas ya por parir y todavía te encariñascon ese grandulón.” Y a el: “Saboréalas nomas, que ya no son tuyas; te darás cuenta que esta es leche tierna como para un recién nacido.” Y ledio de patas cuando vio que mamaba de las cuatro tetas. “Teromperé las jetas, hijo de res.”
“Y le hubiera roto el osico si no hubiera surgido por ahí el patrón don Justo”, que me dio de patadas a mipara que me calmara. Me zurro una sarta de porrazos quehasta me quede dormido entre las piedras, con los huesos tronándome de tan zafados que la tenia. Me acuerdo que dure todo ese día entelerido ySan Gabriel sale de la niebla húmedo de roció. Las nubes dela noche durmieron sobre el pueblo buscando el calor de la gente punto. Ahora estapor salir el sol y la niebla se levanta despacio, enrollando una sabana, dejan hebras blancas encima de los tejados.Una vapor gris, apenas visible, sube de los arboles y de la tierra mojada y atraídapor las nubes; pero se desvanece en seguida. Y detrás de el aparece el humo negro de las cocinas, oloroso a encinoquemado, cubriendo el cielo de cenizas.
El viejo Esteban dejo entrar a las vacas deuna por una, mientas las ordeñaba. Dejo al ultimo a la desahijada, que se estuvo brame y brame hasta que por pura...