BIENAVENTURANZAS
porque de ellos es el reino de los cielos." Mateo 5:3.
Sermones
Teniendo en mente el propósito del discurso de nuestro Salvador, que era describir a los que son salvos, y no era declarar el plan de salvación, vamos a considerar ahora la primera de las Bienaventuranzas:
"Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de loscielos."
Para que una escalera pueda ser útil, debe tener su primer escalón cerca del suelo, pues de lo contrario los escaladores débiles no serían capaces de subir nunca por ella. Habría constituido un gravoso desaliento para los de fe tambaleante que la primera bienaventuranza hubiera sido dada a los de limpio corazón; el joven principiante no tiene ninguna aspiración a esa excelencia; en cambio,puede alcanzar la pobreza de espíritu sin traspasar su línea. Si el Salvador hubiese dicho: "Bienaventurados los ricos en gracia", habría expresado una gran verdad, pero muy pocas personas habrían podido extraer algún consuelo de ello.
Nuestro Instructor Divino comienza por el principio, con el propio ABC de la experiencia, y de esta forma permite que los bebés en la gracia aprendan de Él; sihubiese comenzado con logros más elevados, los más pequeñitos se habrían quedado rezagados. Un paso gigantesco al pie de estas sagradas escaleras habría impedido rotundamente que muchos intentaran ascender; pero, estimulados por un escalón a su alcance, que muestra la inscripción: "Bienaventurados los pobres en espíritu", miles son inducidos a seguir el camino celestial.
Es digno de una nota deagradecimiento que esta bienaventuranza evangélica descienda al nivel exacto donde nos deposita la ley después que ha hecho por nosotros lo mejor que ha podido dentro de su poder y designio. Lo máximo que la ley puede hacer por nuestra humanidad caída es mostrarnos nuestra pobreza espiritual, y convencernos de ella. No puede enriquecer al hombre bajo ningún punto de vista; su mayor servicio esarrancarle su imaginaria riqueza de justicia propia, mostrarle su abrumador adeudo con Dios, y postrarlo rostro en tierra lleno de desconfianza en sí mismo.
Como Moisés, la ley enseña el camino que parte de Gosén, que conduce al desierto, y que lleva a las márgenes de río un infranqueable, pero no puede hacer nada más; necesitamos a Josué Jesús para que divida al Jordán y nos conduzca a la tierraprometida. La ley rasga el codiciable manto babilónico de nuestros méritos imaginarios en diez pedazos, y demuestra que nuestra cuña de oro es simple escoria, y así nos deja, "desnudos, y pobres y miserables." Hasta este punto desciende Jesús; su nivel preciso de bendición llega hasta el borde de la destrucción, rescata al perdido y enriquece al pobre. El Evangelio es a la vez pleno y libre.
Laprimera Bienaventuranza, aunque esté colocada en un punto bajo y conveniente, donde pueda ser alcanzada por quienes están en las más tempranas etapas de la gracia, no por ello es menos rica en bendición. La misma palabra es usada en el mismo sentido tanto al principio como al final de la cadena de las Bienaventuranzas; los pobres en espíritu son bendecidos tan cierta y enfáticamente, como los mansos ylos pacificadores. No se hace ninguna sugerencia a un grado menor, o a una medida inferior; sino que, por el contrario, la más alta bendición que es usada en el versículo décimo como compilación de todas las siete Bienaventuranzas, es atribuida a la primera Bienaventuranza en su nivel más inferior: "porque de ellos es el reino de los cielos".
¿Hay algo adicional que se hubiere dicho incluso de loscoherederos de los profetas y de los mártires? ¿Qué más podría decirse que esto? Los pobres en espíritu son alzados del muladar y colocados, no entre los jornaleros en el campo, sino entre los príncipes del reino.
Bienaventurada es esa pobreza de alma de la que el propio Señor expresa tales cosas buenas. Él le da mucha mayor importancia a lo que el mundo tiene en poca estima, pues Su criterio...
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