Bienestar psicosocial en mujeres con trabajos flexibles

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Universidad Diego Portales
Facultad de Psicología

Ensayo sobre la noción de bienestar desde las contradicciones que genera la flexibilidad laboral.

CRISTIÁN BUCAREY RIOS
18/06/08
Prof: Alejandra Gonzáles.

La historia del siglo que acaba de pasar, nos remite a profundos y veloces cambios en la humanidad. En las últimas décadas del siglo veinte y los primeros años de éste, tantocomo testigos y protagonistas hemos estado presentes en las transformaciones que la sociedad ha realizado para sí.
Estos profundos cambios se han dado en distintas esferas y en este ensayo se abordará aquellos ocurridos en lo que se considera el locus privilegiado de constitución de las relaciones sociales: el trabajo, en relación al concepto de bienestar, el cuál sufre fuertes remeces cuando secontrasta con ciertas realidades vividas por distintos grupos separados: sean etéreos, económicos, y el que nos interesa aquí, de género, etc.
Inicialmente, el trabajo es concebido como el medio para cubrir necesidades fisiológicas de primer orden, como el alimentarse (Ardila, 1989). Sin embargo, una motivación trascendental para acceder al mercado laboral es la de forjar una identidad acorde alas expectativas de la persona y, posteriormente, autorrealizarse como tal. Sin embargo cuando una sobrecarga de incertidumbres subjetivas creadas por las diferencias de género en el ámbito laboral determinan formas nocivas de relacionarse laboralmente, es abiertamente cuestionable, tanto en la forma como la situación se va configurando, como en la concepción de bienestar en la sociedad chilena.José Joaquin Brunner es uno de los defensores de la imagen de bienestar que supuestamente revela la sociedad. Si bien acepta que la modernización crea ambigüedad, en el sentido de que por una parte multiplica posibilidades, pero por otra crea un medio social amenazante, Brunner observa que los mensajes que envía la sociedad son igualmente ambiguos y por lo tanto, no se puede hablar de “malestargeneralizado”, ya que para él se muestran bajos grados de conflictividad social y a la sociedad en una dedicación casi obsesiva al trabajo. Sin embargo, cabe cuestionarse, entre otras cosas, si acaso ésta obsesión no refleja un intento por conseguir bienestar en un ambiente en que la competencia y la flexibilidad generan un clima de vulnerabilidad e inestabilidad laboral, especialmente cuando elgenero femenino irrumpe en el mercado laboral, el cual, parece mirar alegremente ésta entrada femenina al mercado, mientras asegure la protección de sus propios intereses.
Con este cambio que, hoy por hoy, ya está instalado, aún no se estabilizan las formas de contratación ni la manera en que éstas varían en hombres y mujeres, como asimismo van surgiendo nuevas formas a raíz de las transformacionesen los procesos de producción ocurridas en los últimos años y que comprende esa gran diversidad de formas de relación de trabajo, denominadas “flexibles”.
El término flexibilidad apareció a comienzo de los años ochenta como una noción polisémica; al principio haciendo referencia a cambios de organización de trabajo y producción y, finalmente, como tiempo de trabajo.
La palabra flexibilidadtiene, al parecer, una connotación ideológica oculta bajo un término neutro o una connotación relativamente positiva (ya que sugiere la idea de adaptarse y distribuir los tiempos de forma más adecuada) de las prácticas de gestión de la mano de obra en donde flexibilidad y precariedad frecuentemente van juntas en el terreno laboral.
La flexibilidad del empleo, relacionada con el desarrollo de lasllamadas formas “atípicas” de empleo, surge por el desarrollo del trabajo temporal, los contratos por tiempo determinado, a plazo fijo y la terciarización
Al constatar estos cambios en el trabajo remunerado desde la década de los 90 resulta uno importante: cada vez hay más mujeres trabajando remuneradamente, es decir, aumenta su taza de participación. Cambia, entonces, la composición por sexo de la...