Bienvenido a publicilandia
Erase una vez en un reino muy, pero que muy lejano, habitaban unos extraños seres conocidos como “LosPublicitos”. Aquellos seres eran, en verdad, un tanto especiales por cuanto que se dedicaban a una extraña suerte de artesanía consistente en inventar maravillosas historias sobre productos y marcas que eran popularmente conocidas como Publicidad. Desde tiempos inmemoriales, tales historias eran encargadas por los nobles del reino, terratenientes y propietarios de dichos productos y marcas,quienes pagaban por ellas ingentes cantidades de talentos de oro y plata dado que la tal Publicidad les ayudaba a vender más y mejor sus bienes.
El pueblo en el que habitaba la tribu de los publicitos se encontraba situado en la cima de una altísima montaña, separado del resto del mundo por intrincadas laderas e inexpugnables barrancos. Así, asomados desde aquellas alturas, los publicitos veíandesde la distancia pasar la vida de sus semejantes, a los que llamaban Pueblo Target, pero les era imposible contactar con ellos.
Los más sabios de estos individuos dedicaban largas sesiones a observar y otear al mundo que pasaba allá abajo, a sus pies, para después, poniendo en práctica lo que habían aprendido,construir sus narraciones lo más parecidas a lo que los ciudadanos del Pueblo Targetdecían, sentían, experimentaban y pensaban de modo que, al escuchar tales historias, se sintieran identificados con ellas y, por ende, más predispuestos a dejarse embaucar por los secretos mensajes comerciales que encriptaban en su Publicidad.
Pero no penséis que éste era el único acicate que motivaba a los sabios. A la hora de crear sus obras, prestaban especial cuidado para que a su vez fuerantambien atractivas a la vista y al oído, merecedoras de alabanza por quienes gustan de admirar el buen gusto y la armonía en las formas y las composiciones. Y de este modo, suPublicidad era especialmente valorada y respetada por todos, nobles y publicitos, Pueblo Target y Pueblo Publicito. Sus creaciones eran bellos compendios donde las nobles prácticas del Arte y las Ventas se conjugaban yentrelazaban en obras maestras.
Sin embargo, la mayoría de los colegas de aquella remota y misteriosa tribu no poseían tales virtudes ni mostraban especial interés por aprenderlas. La mayoría de ellos no había adquirido nunca el hábito de asomarse a ver cómo se comportaban las gentes de allá abajo. Como consecuencia de ello, habían desarrollado una extraña miopía que les impedía ver más allá de suspropias narices. Vivían demasiado ensimismados y tendían a pensar que sus hábitos y sus motivaciones eran las mismas para todos los seres humanos.
No mostraban ningún interés por comprobar sus teorías, sino que realizaban sus obras pensando por y para sí mismos. Y cuando los habitantes del Pueblo Target oían tales historias, las percibían como distantes y lejanas a su forma de vida, así que noles hacían ningún caso.
Algunos publicitos se sentían atraídos por la alquimia y vivían permanentemente encerrados en sus laboratorios. Deseaban encontrar alguna misteriosa fórmula secreta que les permitiera alcanzar la genialidad de los sabios sin tener que dedicar tantas horas a la práctica y el aprendizaje. Embaucados por su propia soberbia, sobre todo aquellos a los que el azar o la fortunales habían aportado algún exiguo éxito, creían ser capaces de hallar el camino del éxito fácil a través de extrañas recetas que, la verdad sea dicha, no eran efectivas al aplicarlas entre sus destinatarios. Y lo que es peor, en su empeño por dar con la piedra filosofal, habían perdido cualquier interés por la elegancia y el buen gusto en sus creaciones; solo les movía vender su Publicidad sin...
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