Bienvenidos Al Circo De Buenos Aires
¿Diga?...Sí, ¿quién es?...co…¿cómo? ¡¡Mamá!! ¡¡Mamá!!- gritó Darío desde el salón mientras sus ojos se anegaban en lágrimas y la presión en el pecho no le dejaba respirar.
-¿Qué ocurre Darío? ¿qué te pasa hijo?- respondió Paloma, e inmediatamente cogió el teléfono y escuchó incrédula lo que hubiera deseado noescuchar jamás.
Cuando Nacho, el hermano mayor de la familia llegó a casa, se encontró a toda su familia esperándole en el comedor, en silencio sepulcral y con la mirada perdida.
Se sentó junto a ellos y su madre le relató la terrible noticia, mientras sus hermanos pequeños Darío y Sofía lloraban desconsolados abrazados el uno al otro.
-Tu padre…ha sufrido un accidente. Se cayó del barcode pesca en un temporal y pasó toda la noche en el agua. Ahora está en el hospital muy grave, y lo peor es que no tiene medicinas y mucho menos dinero. Yo no puedo ir a verle, el billete es muy caro y no puedo dejar el trabajo ni a los niños solos- dijo su madre.
-No digas más mamá- sentenció Nacho. Ayúdame a hacer las maletas, que en cuanto salga el próximo avión me voy a Cuba a buscarlo.Día y medio después, un joven tinerfeño de 21 años amaneció viendo el sol casi al otro lado del mundo. Bajó del avión reconociendo esa sensación tan familiar de humedad pegada a toda su piel. Cuba, la tierra de su padre, allí donde pasó parte de su infancia, le esperaba como siempre,…misteriosa, turbadora, caliente y melancólica.
Su primo Adiel le esperaba a la salida del aeropuerto parallevarlo directo al hospital.
-Psss…¡Nacho!- gritó alguien desde el fondo
-¿Adiel?, ¿eres tú?- exclamó extrañado Nacho, al contemplar a un joven moreno, alto y de aspecto desaliñado.
-¿Es que no me reconoces después de 12 años chico?, ¡Ven pa´aca y dale un abrazo a tu primo carajo!
Se abrazaron fuertemente y acto seguido Adiel le indicó el camino hacia su coche. A la salida del oscurorecinto, la luz del sol le cegó. Nacho tardó unos segundos en recuperar la visión, y cuando por fin abrió los ojos sintió que acababa de viajar en el tiempo.
Los edificios, las ropas de la gente e incluso los coches parecían haber pertenecido a otra época, pero llevaban impresas la huella del uso, del tiempo, del olvido…de una isla enclaustrada en una burbuja en mitad del océano.
-¿Qué?...¿tegusta mi carrito nuevo? -le preguntó Adiel.
-¿Nuevo de cuándo?, ¿de 1970?- bromeó Nacho
-Eh, cuidaito que esta joya mi esfuerzo me ha costado, y ahora deja las maletas que nos vamos corriendo a ver al tito Julio.
Julio, el padre de Nacho, conoció a su madre Paloma en Tenerife hacía ya muchos años. El trabajaba en un barco pesquero gracias a su hermano mayor Tomás, el padre de Adiel, y unatarde de mayo en la playa de Los Gigantes, mientras el sol se ocultaba en el horizonte y el acantilado quedaba en penumbra, Julio escuchó la risa de Paloma y al volverse para mirarla, se quedó prendado de ella.
Años después tuvieron 3 hijos aunque nunca se casaron, lo cual obligó a Julio a tener que volver a Cuba por temas supuestamente administrativos, pero una vez dentro no le volvieron adejar salir, y su mujer y sus hijos se quedaron en España, luchando para ayudarle a volver y mandándole todo lo que podían.
Horas más tarde llegaron al hospital. Subieron a la planta 4, tocaron a la puerta y una enfermera les ofreció pasar pero en silencio, indicándoles que Julio estaba consciente, pero con mucha fiebre y que necesitaba reposo.
Nacho entró lentamente en la habitación y lo quevio le paralizó. Su padre, inmóvil y postrado el aquella camilla parecía tan frágil, tan vulnerable que no pudo más que cogerle suavemente la mano y acariciarla entre las suyas, aguantándose las ganas de llorar.
Su padre entreabrió los ojos, esbozó una casi imperceptible sonrisa y con ese humor que tanto le caracteriza carraspeó - Nacho, avisa en casa de que hoy no creo que llegue a cenar-....
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