Bilbao

Bilbao 2009
Nuevas perspectivas sobre la ciudad contemporánea dentro del IV Congreso Hispano Mexicano

Los derechos humanos como horizonte del urbanismo. 250 preguntas
PABLO GIGOSOS PÉREZ Y MANUEL SARAVIA MADRIGAL, arquitectos
Se propone reivindicar un nuevo horizonte para el urbanismo: los derechos humanos, la defensa de los principios de la dignidad y la felicidad de las personas. Detodas, pues el último ciudadano está tan cargado de derechos como el primero, y es en él donde la ciudad da la medida de su justicia. Una propuesta que no puede considerarse como algo ajeno a la práctica urbanística. Todo lo contrario. Se analizarán fórmulas y propuestas concretas en los distintos campos de la práctica urbanística. Siempre con la idea de que no puede existir armonía ciudadana, mejorasmedioambientales ni una adecuada adaptación a las nuevas exigencias tecnológicas sin ese respeto sin fisuras a los derechos humanos.
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¿Está en ciernes la ciudad? ¿Está brotando de la ciudad una nueva ciudad? ¿Será más justa? ¿Se impondrá en ella la racionalidad (es decir: la dignidad y la decencia) sobre la exclusión?
El mundo cambia en sus más sólidos cimientos. Nada es ya como hasta ahoraha sido. La biología, la tecnología, la ciencia toda impulsa un mundo radicalmente diferente. ¿Ha de servir la misma ciudad?
Por todas partes, y en todas las ciudades, se oye decir: “la ciudad está mejor que nunca”. Mejor, ¿para quiénes?, ¿para todos? ¿Sabemos dónde nos estamos metiendo, qué futuro estamos impulsando? ¿Estamos haciendo todo lo que podemos hacer en esta coyuntura?
La ciudad estáen crisis. Desde luego, en el aspecto medioambiental. También en lo social. ¿Por qué las calles que unos pasean son hermosas y atractivas, e infernales y negras las de otros? ¿Por qué aceptar sumisos esta dualidad?
Todos los datos indican que la globalización ha transferido la riqueza de los pobres a los ricos, y que su incidencia en el mundo urbano ha sido demoledora. ¿Engañan los datos? Si losdatos no engañan, si prolifera la exclusión y se multiplican las gentes sin sitio en el mundo, ¿qué puede decir la ciudad, qué puede decir el urbanismo a los excluidos?
Si la ciudad está en crisis, ¿por qué no volver al origen de lo urbano, al proyecto de ciudad como espacio de libertad y derechos? ¿Por qué no atacar directamente el problema de la exclusión y la insolidaridad, y poner en primerplano el fundamento del derecho, siempre presente en la historia de las ciudades? Ciudad y ciudadanía son términos hermanados. ¿No ha estado siempre el derecho asociado a la ciudad, no ha nacido en ella?
¿Está en marcha un urbanismo diferente, fundado en los derechos humanos; o se está abriendo paso una ciudad aún más dura, de lucha y competición por la supervivencia? Frente al urbanismodepredador e inhumano, ¿podría pensarse en un urbanismo con rostro humano?
¿Seguimos manteniendo esencialmente viejas pautas urbanísticas, que han resistido y se han deslizado, como las iglesias, por debajo del manto de modernidad? La ciudad barroca se construía para la mayor gloria del príncipe. ¿Se sigue haciendo hoy de la misma forma, para otros nuevos príncipes?
Los príncipes utilizaron laestética urbana y el lujo suntuario para afianzar, en su propio beneficio, el orden social. ¿Sigue vigente esa técnica de adhesión social en las grandes obras de monumentalización urbana de nuestros días? Se habla de los señores de la guerra. ¿Puede hablarse de los señores del suelo?
Los derechos exigen totalidad. No basta planificar para una mayoría, por amplia que sea. ¿Cuáles serán entonces losobjetivos básicos del urbanismo para garantizar a todos una vida urbana decente?
¿Cómo conseguir que la ciudad actual llegue a ser la ciudad de cada uno, incluso del último ciudadano? El problema de la dignidad se agudiza en los náufragos de la ciudad. ¿Cómo garantizar el reconocimiento de la dignidad urbana del último ciudadano? ¿Cómo hacer un urbanismo de las personas?
Planificamos pensando en...