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-Ideas para una discusión conceptualALBERTO M. BINDER•
I. NECESIDAD DE UN CAMBIO DE PARADIGMA.
El debate sobre los problemas de seguridad en nuestro país transita por carriles
superficiales. Si bien ha aumentado la intensidad, extensión y profundidad de la inquietud por los
temas referidos a la inseguridad personal y colectiva ytodos los dirigentes políticos o sociales
comparten la preocupación “por dar cuenta de su preocupación” por este tema, es poco lo que
podemos mostrar como verdaderos avances en el análisis, comprensión y diseño de soluciones
frente al avance real de la criminalidad o el miedo frente a la inseguridad.1
Mucho menos aún podemos mostrar el diseño o la ejecución de políticas de
seguridad o políticascriminales que superen las meras promesas de acabar con los criminales,
ya sea a cualquier precio o mediante la aplicación irrestricta de ley. La conjunción de un
problema grave, que es percibido socialmente como grave, la falta de ideas y profundidad,
sumado a la ausencia de políticas verdaderamente eficaces ha generado un círculo vicioso que
poco a poco va generando la idea de que lainseguridad es un fenómeno natural que no
podemos revertir y que debemos resignarnos a vivir bajo esas condiciones como el costo
insoslayable de la vida moderna. Por otra parte, en el mismo nivel de impotencia se sitúan las
respuestas mágicas, según las cuales acabar con la criminalidad y el problema de la inseguridad
es sólo un asunto de decisión política, de bravura personal y de honestidad.
Deeste modo la sociedad fluctúa entre la sensación de peste y el mesianismo
que promete una salvación milagrosa, sin advertir que ambos extremos forman parte de una
misma actitud frente al problema: un conservadurismo carente de ideas, poco dispuesto a
profundizar en el análisis y menos aun dispuesto a arriesgar en el diseño de políticas complejas
que nos permitan enfrentar un fenómeno socialtambién complejo y multifacético. Producto del
miedo y la incertidumbre, este conservadurismo conceptual y práctico se nutre de la intuición de
que si bien las cosas en este tema van mal, bien pueden estar peor y, en el fondo, mientras no
tengamos una experiencia dolorosa que afecte directamente nuestros intereses, podemos ser
espectadores asustados o asqueados, pero espectadores al fin de ladesgracia ajena. El
inmovilismo que hoy caracteriza a la dirigencia en este tema se ha convertido, mientras tanto, en
un negocio de múltiples intereses. Ello contribuye aun más a que, pese a las proclamas, poco se
avance en el rediseño de las políticas de seguridad. En esta ponencia buscaremos sentar las
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Director Del CEPPAS (Centro de Políticas Públicas para el Socialismo. www.ceppas.org ),Miembro de
la Comisión Directiva del Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia ILSED www.ilsed.org y
miembro fundador del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales INECIP www.inecip.org ).
1
Esta situación no es exclusiva de nuestro país. Dice Philipe Robert, refiriéndose al entorno europeo: “La
seguridad de las personas y de sus bienes se ha elevado al nivel de losproblemas sociales sobre los que se
discute sin saber muy bien como resolverlos, de manera que su exacerbación lo convierte en capital
político para quien sepa manipularla. Uno acaba por preguntarse si el avión realmente lleva piloto o,
dicho de otro modo, si existe realmente alguna política más allá del crecimiento continuo, pero poco
eficaz, de unos medios puestos al servicio de unas prácticasinalterables, sin voluntad alguna de evaluar
su efectividad”. “El ciudadano, el delito y el Estado”, ed. Atelier, versión española de Amadeu Recasens
y Anabel Rodriguez, 2003, pg. 30.
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bases de un análisis más extenso del problema, detectar las líneas instrumentales de trabajo
para revertir el inmovilismo y establecer, de modo general, los temas que deberían forma una
agenda de largo...
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