Bioetica psiquiatrica

¡Loco, pero no esquizofrénico!

Se acercaban ellos dos a la puerta, eran desconfiados y temerosos por todas las penas del pasado que atormentaban sus mentes. Ese día no era especial, sería lamisma rutina que había marcado sus vidas desde aquel instante en que ese monstruo oscuro los había empezado a atormentar. La madre y su hijo necesitados de ayuda divagaban por el pasillo, largo y angostoguiados por un joven de bata blanca, que en su cara mostraba gran cansancio por la larga jornada que apenas empezaba.
En el consultorio no se veía nada más que la soledad, un espacio sencillo sinmuchos colores, solo un triste y vano color blanco que adornaba las paredes y que a su vez, hacía juego con los atuendos que portaban las nuevas personas que serían los verdugos aquel día. Ese hospitalque tanto conocía Juan, era pálido y frio, lleno de oscuros misterios y desperanzas.
Un letrero bastante conocido se asomaba en el escritorio: “Consultorio 1. Psiquiatría”, delante de una joven quese disponía a saludar, primero a su madre y luego a él, con esa inocencia de la que tanto desconfiaba, y esa suspicacia que le atemorizaba. María paso saludando a la doctora, mientras Juan tenía sumirada fija en aquellos estudiantes que se ocultaban a su derecha.
-Doctora yo solo vengo para que me suba la dosis. Dijo Juan. –Ya me he perdido muchas navidades y lo único que quiero es ir a micasa. Añadió.
Sus palabras retumbaban en la mente de su madre, aquella que con temor recordaba esos repentinos episodios desenfrenados de su hijo, esos mismos que lo agobiaban con sus voces incesantes,llenas de trama y misterio, esas voces que cada día lo incitaban a regresar a Argentina, y de las que no había forma de escapar, aquellos tres hombres que trepaban en la mente de su hijo y lo hacíanver lo que ella no podía.
-Juan usted qué es lo que piensa, acaso no ve que está mal, usted lo que necesita es volver al hospital. Dijo su madre, como si ignorara el sufrimiento y aquel idilio...