bioetica
Es difícil establecer la genealogía de esta corriente. Quizás comenzó en un autor que no trató sobre moral: Heidegger (1889-1976). Él habló mucho del ser, de lo óntico y de lo ontológico. Su primer libro de 1927 "Ser y Tiempo" le dio mucho prestigio. Parecía que al centrar su filosofía sobre el ser, iba a recobrarse elrealismo, perdido en la edad moderna; pero la lectura atenta de la obra nos marca muy claro que se queda en el fenómeno. Buscando lo mismo que los filósofos de hace XXV siglos llega a conclusiones muy diversas. Parece ir a "las cosas mismas", pero nunca llega a esa realidad. Se queda siempre, y de modo muy consciente, en la inmanencia. Rechaza toda trascendencia intramundana o trasmundana. Su límite esel mundo de lo trascendental tal como lo marcó Kant. Cuando llega el momento filosófico de poner un nombre al conjunto estructural del ser-ahí, utiliza la palabra" cuidado"; para evitar a toda costa cualquier malentendido que se refiera a la sustancia, alma, espíritu, yo, sujeto, etc. Ese ser que capta el pensador, es su propio ser, no el del otro. Ese ser-ahí, en un ser para la muerte, por esolo quisieron encuadrar en la escuela existencialista, que él rechaza. Huye hablar de Dios: estoy tan lejos de ser teísta como ateo, declarará.. Centra su pensamiento sobre la existencia, cosa imposible para Jaspers: la existencia solo puede vivirse, no pensarse. Rechaza la antigua ontología, se queda con el sujeto desustancializado. Habla mucho de la angustia. Al rechazar la ontología clásica,rechaza el acceso a la verdad: la esencia de la verdad es la libertad (70).
Su rechazo de la ontología clásica es porque del ser se llega a Dios; él dice que del ente llega al ser supremo, porque entiende malla ontología y se queda en el ente; hay que llegar al ser y dejar al ente o a los entes. La filosofía moderna, comenzando por Descartes, se queda en la subjetividad, con olvido radical del ser;también Kant que se queda en el sujeto trascendental y Hegel que se detiene en el espíritu absoluto, hasta llegar a la voluntad de poder de Nietzsche, dando cumplimiento a la subjetividad, y éste último, dando la vuelta inversa de la metafísica. Por fin comenzó después la época de la moderna tecnocracia, que representa la subjetividad desencadenada y la muerte de la metafísica. Todos lospensadores anteriores a Heidegger son acusados de no acabar con la metafísica, dejar un sujeto, una sustancialidad, y arribar a una noción de verdad, colocándose el hombre en la medida de la verdad. De la subjetividad se abre las puertas al relativismo (71).
Heidegger ve en el actual dominio de la tecnocracia como una consecuencia fatal del olvido del ser, que origina ese círculo fatal: producir paraconsumir, y consumir para producir, que ha llegado a ser el único acontecimiento de la historia de un mundo convertido en antimundo. Esto ahora es un lugar común, pero cuando lo escribe Heidegger es la voz de un profeta. Y predica el desasimiento para el hombre sea libre ante las cosas. El nihilismo ha producido la decreciente autoridad de Dios y del magisterio de la Iglesia. Los nuevos dioses sonel bienestar o el trabajo. La esencia del nihilismo la pone en el desmoronamiento del mundo suprasensible: no cuentan ni el ente, ni la verdad ni el ser. La metafísica para Heidegger ha sido una pura omisión del ser, que al final del camino cayó en la nada. Con él el ser hace de nuevo su aparición, desde la subjetividad: ya no más monotono-teometafísica (la expresión es de Nietzsche, pero igualrepulsión a la metafísica la tiene Heidegger). En nuestro país fue traducido por Gaos, en 1953. Y podemos añadir, superado por Eduardo Nicol, quien no se cansó de repetir desde su cátedra universitaria: El ser está a la vista.
La teología, ciencia de la fe de un hombre creyente, y como tal es histórica. Heidegger influirá poderosamente en teólogos tan eminentes como R. Bultmann, Paul Tillich...
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