Biografía de Einstein

Monograf´ de la Real Academia de Ciencias de Zaragoza. 27: 11–24, (2005).
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Albert Einstein: su vida y su obra
Jos´ Manuel S´nchez Ron
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Real Academia Espa˜ola
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Albert Einstein naci´ en Ulm (Alemania) el 14 de marzo de 1879, de padres jud´
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Aunque, como buen cient´
ıfico, una de las caracter´
ısticas m´s fuertes de su personalidad
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fue la de intentar ir mas all´ delo particular, de la situaci´n espec´
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ıfica, buscando la
intemporalidad de las leyes generales y la trascendencia de las teor´ cient´
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ıficas, su ascendencia jud´ termin´ ejerciendo una influencia indudable en su biograf´ Ello fue as´
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debido a las circunstancias hist´ricas en las que se desarroll´ su vida, no como consecueno
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cia del ambiente familiar: a pesar de que sucertificado de nacimiento identificaba a sus
padres, Hermann y Pauline, como “pertenecientes a la fe israelita”, ninguno era religioso,
ni segu´ las costumbres jud´ Como en tantos otros casos de la Alemania del siglo XIX
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y primeras d´cadas del XX, los Einstein eran, se consideraban o pretend´ ser, “jud´
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asimilados”, esforz´ndose por no distinguirse de cualquier otroalem´n.
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Ahora bien, el que sus padres intentasen ser “buenos alemanes”, no quiere decir que
participasen de ese c´ncer que plaga la historia de la humanidad llamado nacionalismo.
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Por lo que se sabe de ellos, sus deseos no iban m´s all´ de una asimilaci´n que permitiese
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vivir, ejercer libremente, sin obst´culos, una profesi´n. De hecho, cuando las condiciones lo
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requirieron,esto es, cuando, tras un per´
ıodo inicial floreciente, la empresa electrot´cnica
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que regentada con su hermano Jakob comenz´ a declinar, el padre de Albert no tuvo
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ning´n problema en trasladar— hacia 1894— el negocio a Pav´ asoci´ndose con italianos
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para fundar una nueva empresa: la Societ` Einstein, Garrone e Cia.
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Es muy probable, por tanto, que para los padres deEinstein los sentimientos nacionalistas no significasen demasiado. Menos, mucho menos, significaron para su hijo,
que mostr´ a lo largo de toda su vida lo poco que estimaba los nacionalismos, acaso no
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solo porque su propio intelecto y sentimientos humanitarios le mostraban con claridad
lo irracionales que son los discursos, las ideolog´ en los que el rechazo a los “otros”
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constituye unelemento fundamental para definir la propia identidad, sino tambi´n como
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consecuencia de su propia experiencia. Un ejemplo que muestra cuales fueron sus ideas
en este punto lo encontramos en lo que manifest´ el 3 de abril de 1935 en una carta que
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escribi´ a un tal Gerald Donahue. “En ultima instancia”, se˜al´ Einstein, “toda persona
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es un ser humano, independientemente de si esun americano o un alem´n, un jud´ o un
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gentil. Si fuese posible obrar seg´n este punto de vista, que es el unico digno, yo ser´ un
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hombre feliz”.
Si rechazaba el nacionalismo en general, simplemente como concepto, m´s lo hac´ en
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el caso alem´n. As´ incapaz de soportar la filosof´ educativa germana, en diciembre de
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1894 –era pr´cticamente un ni˜o cuandoabandon´ Munich, donde estudiaba, siguiendo
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a su familia a Pav´ El 28 de enero de 1896 renunciaba a la nacionalidad alemana, perıa.
maneciendo ap´trida hasta que en 1901 logr´ la ciudadan´ suiza, la unica que valor´ a
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lo largo de su vida. En este sentido, el 7 de junio de 1918 escrib´ a Adolf Kneser, cateıa
dr´tico de Matem´ticas en la Universidad de Breslau (actualmenteWroclaw, en Polonia):
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“Por herencia soy un jud´ por ciudadan´ un suizo, y por mentalidad un ser humano,
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y s´lo un ser humano, sin apego especial alguno por ning´n estado o entidad nacional”.
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No debe pasar desapercibido el que cuando Einstein escrib´ estas frases era, desde 1914,
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catedr´tico de la Universidad de Berl´ y miembro de la Academia Prusiana de Ciencias,
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