Biografia Martires
1989 - 16 de noviembre - 2009
Ignacio Ellacuría
Nació en Portugalete, el 9 de noviembre de 1930. Fue el cuarto
de cinco hijos varones del oculista de la ciudad. También fue el
cuarto en optar por el sacerdocio. Sus primeros estudios los hizo
en Portugalete, pero después su padre lo envió al colegio de los
jesuitas de Tudela. Ellacuría era reservado y algo intenso. Los
jesuitasde Tudela no pensaron en él cuando consideraron
quiénes podrían tener vocación para entrar en el noviciado de la
Compañía de Jesús. Al finalizar el séptimo año, el padre espiritual de los estudiantes de último
año reunió a un pequeño grupo de posibles candidatos, en el cual no estaba Ellacuría. Sin
embargo, entró en el noviciado al año siguiente, por voluntad propia, el 14 de septiembre de
1947,en Loyola, el hogar de san Ignacio, el fundador de la Compañía de Jesús.
Un año después fue enviado, junto con otros cinco novicios, a fundar el noviciado de la
Compañía de Jesús en Santa Tecla (El Salvador). Seguramente, para los seis novicios fue difícil
determinar si eran voluntarios o cumplían una orden. Meses antes, el maestro de novicios
solicitó voluntarios para ir a Centroamérica. Les pidióque lo pensaran unos días y si sentían
que esta misión estaba de acuerdo con su vocación, que escribieran su nombre en un pedazo
de papel. El viaje fue largo. Salieron de Bilbao el 26 de febrero de 1949 y llegaron un mes más
tarde a Santa Tecla. Sus familias acudieron a la estación a despedirlos. Sin duda, la separación
fue muy difícil para todos.
Al frente de la expedición venía el maestro denovicios, Miguel Elizondo. En él, los novicios
encontraron un maestro de gran sentido común y espiritualidad profunda. Estas dos
características marcaron para siempre a estos y a los siguientes novicios de Elizondo. Elizondo
trajo consigo la libertad de espíritu, el componente esencial de la disponibilidad del jesuita
para cumplir con la misión que le es encomendada “para la mayor gloria de Dios”-el lema de
la Compañía de Jesús. Elizondo se esforzó por formar a sus novicios en esa libertad de espíritu,
sobre todo cuando éstos hacían referencias a la experiencia inmediata. En España, la vida de
los novicios era regida por una complicada serie de normas y reglas. Vivían en un mundo
separado, ajenos a lo que sucedía fuera de los muros del noviciado. Elizondo cambió el plan de
vida, distribuyóel tiempo de manera fluida, concentró la atención de los novicios en el
desarrollo interior más que en las formas tradicionales exteriores, de las cuales la mortificación
física era considerada muy importante, se mostró disponible para dialogar con los novicios e
incluso permitió el juego del frontón y del fútbol sin sotana. Elizondo quería cultivar la
disponibilidad, es decir, la apertura “quesea necesaria para lo que va a venir, sin saber lo que
va a venir”. Ellacuría y siempre reconoció que los fundamentos de su espiritualidad habían sido
puestos por Elizondo, a quien siempre admiró con cariño especial. El fue el primero de los
cinco maestros que jalonaron su vida.
En septiembre de 1949, los seis novicios pronunciaron sus votos de pobreza, obediencia y
castidad. En la década de 1950,los jesuitas de Centroamérica no contaban con un centro de
estudio para formar a sus estudiantes, sino que éstos eran enviados a Quito, donde estudiaban
humanidades clásicas (dos años) y filosofía (tres años), en la Universidad Católica. Estos cinco
años fueron muy importantes para el desarrollo intelectual de Ellacuría y sus compañeros, así
como para todos los otros que tuvieron la oportunidadde estudiar en esta institución.
La inteligencia de Ellacuría se hizo evidente en el noviciado, pero fue en Quito y en particular
bajo la tutela de su profesor de humanidades clásicas, Aurelio Espinoza, donde sus cualidades
excepcionales como pensador crítico y creativo empezaron a emerger. Pronto surgió una
amistad entre ambos que duró hasta la muerte del maestro. Ellacuría animaba a los...
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