Biografia P. Maximo Guisasola

MÁXIMO GUISASOLA
MISIONERO EN DOS CONTINENTES

Quien ha visto a una persona, quien ha presenciado un acontecimiento lo describe con plasticidad, con fuerza, con realismo. Tal vez se sirva de expresiones o palabras poco brillantes, pero nos explicará con color y con detalles lo que ha observado. Con razón en periodismo se usa la frase “se escribe con los ojos”.
Ninguno de los que estamospresente hoy, tuvimos la suerte de ver, de conocer físicamente a Padre Máximo Guisasola, primer Superior o Coordinador del Grupo de Misioneros Diocesanos Vascos en Los Ríos y pieza fundamental, imprescindible en la historia de las Misiones Diocesanas. Por ello me he servido de los ojos de otros, de los testimonios de otros para tratar de narrar, en la medida de lo posible, la vida de un hombreextraordinario, su labor y su entrega a la comunidad vinceña.

Pienso que se ha perdido una ocasión de oro, al haberse esperado tanto, pues ya la mayoría de quienes le conocieron y, sobre todo, de quienes le trataron han muerto o sus recuerdos se desvanecen con la niebla de los años. Afortunadamente gracias al trabajo de investigación del Padre Josetxu Canibe Berganza, sacerdote vasco, antiguomisionero en Ecuador, se ha podido rescatar un número interesante de testimonios, suficientes para darnos un dibujo aceptable de Padre Máximo. En resumen, estoy seguro de que muchos recuerdos, anécdotas, pinceladas se han perdido definitivamente, pero por fortuna no todas. Creo que en las siguientes líneas que en esta tarde muy orgullosamente voy a disertarles, aparecen aunque en forma breve los datosnecesarios de este hombre extraordinario, plenamente actual, testigo para su época y para nuestro tiempo.

Semblanzas de su vida

A la una de la mañana del 29 de mayo de 1911, nacía en Zeánuri (Bizkaia) en el barrio de la Plaza, un niño a quien le dieron el nombre de Máximo. Ese mismo día, como era costumbre, recibía el sacramento del bautismo en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora SantaMaría. Sus padres fueron, José María de Guisasola y Martina Estanislada de Arizmendi-Arrieta.
Como era bastante normal en aquella época, Zeánuri respiraba un aire religioso intenso. En casi todos los hogares se rezaba el rosario todas las noches. En efecto, las practicas religiosas ocupaban un lugar privilegiado en la vida de pueblos. Es lógico pensar entonces que el pequeño Máximo fue educadomuy sanamente en el temor de Dios. Sobre todos sus padres le encomendaban una fidelidad a la fe que ellos habían heredado de sus mayores.

Entra al Seminario Menor desde los treces años, y luego prosigue su camino en el Seminario Mayor. Padre Máximo, se distinguió por ser el seminarista más integrado en la parroquia. Durante las vacaciones se convertía en la mano derecha del párraco, en sutrabajo demostró no solamente obediencia, sino creatividad, especialmente con los numerosos niños que llenaban de bullicio todos los rincones del pueblo. Era en tiempo de vacaciones cuando desplegaba toda su creatividad, daba la catequesis, enseñaba canciones religiosas y profanas. Organizó Ejercicios Espirituales para niños, montando incluso para esos días un comedor en el pórtico de la iglesia yatendido por mujeres del lugar.
Ya en el verano de 1935 lo ordenan sacerdote, en Vitoria, y el 28 de junio del mismo año celebra su primera misa en Zeánuri, su pueblo natal.

Corría el mes de junio del año 1935, cuando Don Mateo Múgica, Obispo de la Diócesis de Vitoria, le encomendó a Padre Máximo la atención pastoral de dos pueblecitos alaveses Cárcamo y Barrón, dedicados a la agricultura y a laganadería y con menos de 100 habitantes. En pocas semanas conoció a toda su gente y dio sus primeros pasos en el trabajo pastoral. Sin duda alguna, aquel primer año de sacerdocio al cuidado de estos dos pueblecitos, le sirvió a Padre Máximo para estudiar, para sedimentar sus estudios.

Llevaba un año como párroco de Cárcamo y Barrón, cuando el obispo de Vitoria, Don Mateo, creyó oportuno...