Biologia humana


Sin leyes para el emparejamiento humano: ¿azar, genética o psicología?

"El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse."
Friedrich Nietzsche

Es indudable que el acto sexual en los seres humanos es más que un simple algoritmo biológico y no está del todo orientado a la reproducción o 'preservación' de la especie; dicho acto se ha redimensionado en el caso humano y seencuentra estrechamente ligado a la adquisición de pareja sexual (o parejas) y aun más representativo, a la construcción de una relación interpersonal de carácter afectivo; en este sentido y como David Buss propone, a grandes rasgos hay dos distinciones entre esta búsqueda de pareja: el conseguir una a corto plazo, y en contraste, una a largo plazo.

No obstante, son mucho más fascinantes lasconclusiones a las que llega Buss (que en el mundo occidental contemporáneo podrían ser tildadas de machistas y prosaicas); Buss infiere de sus estudios que la apariencia femenina es más significativa que su inteligencia y además, en forma similar, los hombres que poseen lo que las mujeres quieren –la habilidad para proporcionar recursos – son más capaces de emparejar de acuerdo con sus preferencias. Dichasconclusiones son bastante discrepantes con el 'romanticismo sexual' que se ha querido impartir en estas últimas décadas que básicamente formula que lo intangible y metafísico se sobrepone a lo tangible y material; ¿es entonces lo que Buss propone del todo cierto?, ¿realmente la clave a la hora de buscar pareja es poseer un enorme atractivo físico en el caso femenino, y en el caso masculino, laclave anida en mera liquidez económica?

Lo manifestado por Buss permite reflexionar sobre el proceder propio ante la exposición a aleatorias situaciones en las que se hace posible evaluar aquellas actitudes que a lo largo de la evolución cultural de una sociedad permanecen inalterables, como lo es el mayor ejercicio del poder por parte del hombre que de su pareja, o la forma como se actúa cuandolos jóvenes se hallan en medio de una búsqueda de emparejamiento de corto plazo, siguiendo los actuales códigos estéticos empleados como estrategia de conquista.

Por lo tanto, desde un aspecto histórico, la misma ‘tradición’ pareciera apoyar a Buss, pues los hombres debían poder aumentar, defender y controlar los recursos (como estrategia de conquista) a lo largo de la historia evolutiva; loshombres tenían que diferenciarse entre sí por sus posesiones y su disposición en invertirlas en una mujer y en sus hijos, ya que si todos los hombres tuvieran los mismos recursos y demostraran la misma disposición a comprometerlos, las mujeres no habrían tenido necesidad de desarrollar una preferencia por ellos (Sánchez, 2007).

Además, la obvia relación entre una buena cantidad de recursos y laseguridad, podría ser un factor decisivo a la hora de escoger pareja en el caso femenino, pues como plantea Smuts, la protección social fue uno de los elementos más importantes que un hombre podía ofrecer a una mujer. La presencia de hombres agresivos que trataban de dominar físicamente a las mujeres y de limitar su elección sexual puede haber influido de forma importante en épocas ancestrales enla elección de pareja por parte de las mujeres (Smuts, 1987).

Lo anterior da entonces por entendido que esta capacidad para proporcionar recursos está connaturalmente atada a aspectos como la supervivencia, que se ve reflejada en la protección social mencionada por Smuts, que a su vez derivaría en un mayor nivel en la calidad de vida, y de una progenie prevista que viene siendo producto de unambiente propicio, es decir, que fue dada bajo la existencia de los medios necesarios para brindarles una existencia digna y en lo permisible suntuosa. Las tendencias masculinas encaminadas a la búsqueda de una pareja de alto valor reproductivo, caracterizadas por su potencial contribución en la crianza de las siguientes generaciones y su signos de salud y jovialidad pueden dar explicación a...