Biomas
Estamos instalados en el liberalismo, en el triunfo de las libertades individuales por encima de cualquier otrovalor. No hay que lamentarlo. Que la libertad como ideal prioritario haya triunfado es un progreso. Lo que debe hacerse es actuar en conse¬cuencia y aprovechar al máximo las cotas de liber¬tad que sehan ido ganando. Debe ser así porque además de liberales pretendemos ser demócratas, y la democracia precisa una acción conjunta, de cooperación, participación y solidaridad. El laissez faire quedefine al liberalismo clásico es contraproducente si se aplica indiscriminadamente a todos los ámbitos del comportamiento. Respetar la liber¬tad de los demás implica algunas obligaciones que, si seeluden olímpicamente, acaban contraviniendo tanto los principios del liberalismo como los de la democracia. Son las obligaciones que obligan a no confundir la indiferencia con la tolerancia, acom¬prometerse con el destino de los demás, en espe¬cial, de los menos afortunados. A veces el compro-miso colectivo da un cierto miedo. Los aún recien¬tes años de dictadura en nuestro país y algunosacontecimientos que hoy ocurren a nuestro alrede¬dor, nos inducen a rechazar todo lo que pueda oler a doctrinarismo, dogmatismo o fundamentalismo. Está bien sospechar de las doctrinas intolerantes y de los...
Regístrate para leer el documento completo.