bioseguridad en odontologia
Todo comenzó un buen día del año de 1844, Hartford una pequeña ciudad del estado deConnecticut en los Estados Unidos, despertó con carteles en sus calles que anunciaban: “Gran exhibición de los efectos producidos por la inhalación del óxido nitroso, gas hilarante o gas de la risa.El efecto que este gas produce en los que lo inhalan será reír, cantar,bailar, hablaro pelear, de acuerdo con el carácter de cada quien”. Más aún, el cartel aseguraba en una postdata que sólo personas selectas serían autorizadas a inhalar el gas, pues la demostración aunque era una diversión de buen tono, tenía carácter científico.
Fue sin embargo, en Hartford, donde un dentista de nombre Horace Wells quien sacó las consecuencias científicas de un incidente ocurrido aquellatarde de diciembre de 1844.Concretamente, le llamó la atención que un tal Sam Cooley, que se había herido estando bajo el efecto embriagador del gas hilarante, no sintió dolor alguno hasta que, transcurridos algunos minutos en -estado lúcido de nuevo- fue advertido al respecto. Se le ocurrió que quizá fuera también posible extraer con el óxido nitroso una pieza dentaria sin dolor.
Fue entoncescuando decidio llegar al fondo del asunto. Se hizo sacar a el mismo una pieza dentaria bajo los efectos del gas y cuando despertó sus primeras palabras fueron: “Una nueva era en la extracción dentaria”.
Horace Wells estaba ya plenamente convencido de la importancia de su
descubrimiento después de haber practicado la extracción dentaria indolora con óxido nitroso a 15de sus pacientes.
Wellsdecidio llevar a cabo una demostración con la técnica del gas hilarante. Ese dia de enero de 1845 La campana debía haber anunciado la era de la cirujia indolora; Sin embargo no fue asi Cuando el pasciente después de haber inhalado el gas grito de dolor como todos antes.Se supone que el gas era poco puro o bien el cirujano no espero hasta haberse instaurado el pleno efecto,
seconsidero como Unengano.
William Thomas Green Morton, un dentista de Boston y estudiante de Medicina a la vez, logró el avance decisivo, Su especialidad eran las prótesis, pero los raigones constituían un obstáculo insalvable para convertirlas en un éxito económico: su extracción sumamente dolorosa disuadía a muchos pacientes. Si no podía ser con el gas hilarante, había que intentar otra cosa.
Recordóentonces un pasaje del libro recetario de Jonathan Pereira, publicado en 1839, en Londres “Elements of Materia Medica”, en donde sugería el efecto analgésico del éter sulfúrico, también conocido como “vitriolo dulce”.
En el verano de 1846, Morton empezó a ensayar el éter en animales y en sí mismo. Los resultados obtenidos lo convencieron de su idoneidad para suprimir el dolor.
Morton recibió el 14de octubre una carta que contenia una invitación para realizar una cirujia a un paciente y administrarle la preparación que había inventado para disminuir la sensibilidad del dolor.
Quien haya trabajado alguna vez con éter, sabe que no es posible una pronta inducción de la anestesia con esta substancia. Un nuevo fracaso parecía estar programado: el cirujano esperando impacientemente, un aparatotodavía imperfecto, el uso por vez primera de una nueva válvula y un gas irritante.
Morton no perdió la calma y al cabo de pocos minutos comunicaba ya a Warren:
“Doctor, su paciente está listo”. La operación dio comienzo... y el paciente no mostraba ninguna reacción a la incisión. La intervención consistía en extirpar un tumor del cuello de Gilbert Abbott. Las primeras reacciones, débiles, noaparecieron hasta la ligadura de los vasos sangrantes y la sutura final. El paciente murmuraba algunos sonidos ininteligibles, pero la operación ya había concluido. ¡Algo insólito, increíble casi! Preguntado por el dolor, respondió no haber sentido ninguno. Fue éste un momento culminante en la historia
de la Medicina.
En la actualidad, la anestesia constituye una especialidad clínica...
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