Bioética Y Salud

[pic] BIOÉTICA y SALUD
Una Perspectiva de Integración Filosófica

INTRODUCCIÓN:

Cuando la bioética nació como preocupación práctica en la década del ’70 no fueron filósofos ni eticistas -ver Glosario al final-, quienes expresaron su alarma frente a la creciente disociación o desarticulación de las prácticas médico-asistenciales como a las implicaciones ético-morales de estasactividades. Fueron precisamente médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud, quienes, involucrados en una especie de espiral de conflictos de nuevo cuño con sus pacientes y colegas, empezaron a hacer cuestionamientos y a formular respuestas provisionales y transitorias a dilemas derivados, por ejemplo, de las deficiencias en la atención médica, de las prácticas del aborto, de la inseminaciónartificial, de la eutanasia –o buena muerte, muerte misericordiosa o muerte piadosa-, de la ingeniería genética, del trasplante de órganos, en fin, de la aparición de nuevos proyectos eugenésicos, supuestamente benignos y positivos, pero que, al experimentar con animales, plantas y sobre todo seres humanos, ponían en entredicho el pretendido humanismo de tales proyectos.


A partir de esemomento -cargado de circunstancias y situaciones inéditas que ya dejaban ver las presiones y las angustias propias de una nueva época de descubrimiento y cambio tecnológico profundo- la brecha existente entre las investigaciones biológico-físico-químicas y los estudios en los terrenos socio-culturales y económicos comienza a ahondarse más y más. Hoy, la disociación ha creado murallas artificialescasi insalvables, todo gracias a las marcadas tendencias a la super-especialización del conocimiento que caracterizan estos llamados tiempos nuevos, entendiéndose por ello la sobre-valoración de su componente tecnológico-instrumental y el trabajo de estanco tipo “isla cognitiva” que tanto daño le ha hecho a la necesaria multi-disciplinariedad e interdisciplinariedad que hoy debe poseer lainvestigación científica.


Obvias consecuencias de todo ello, por supuesto, ha sido el creciente desprecio hacia los estudios ético-humanísticos, las malas prácticas científico-médicas que desdeñan los valores y los principios, así como las notorias y crecientes deficiencias de los sistemas de salud, que sólo en teoría hablaban de “más salud para el pueblo”. Evidentemente, los progresostecnológicos, producidos en estos tiempos del mercado global, dejan para después la resolución de los dilemas y conflictos esencialmente humanos y sociales que generan sus propias realizaciones. Lo importante es invertir, innovar, crear nuevos productos y formar al hombre-masa sin conciencia crítica que compre y consuma pasivamente todo lo creado por la bio-tecnología. La ética, la justicia social, lamoral profesional o el problema de la brecha de la desigualdad social –que ahora es también una brecha digital- son temas a lo sumo colaterales, epifenómenos naturales que, por ahora, son secundarios y no deben estorbar en la expansión del “boom tecnológico”, aunque ello signifique la depredación de toda la riqueza biofísica, socio-cultural y espiritual acumulada en miles de años de historia dehombres y mujeres interactuando y aprendiendo con su medio ambiente –naturaleza apropiada y transformada por los humanos-. Los daños parecieran no notarse o, en todo caso, son percibidos como insignificantes frente a la enorme fascinación del embrujo tecnocrático. Pero allí están, como los carcinomas, haciendo su trabajo destructivo, en el silencio cómplice de nuestra auto-inconsciencia y nuestrotemporario confort material y comodidad individual. Estos tipos de cáncer son más peligrosos que los que atacan al cuerpo y a sus órganos, porque producen un zombi social, un muerto en vida, muertos espirituales sin capacidad de conciencia, carentes de estética crítica o de voluntad hacia el cambio, masas acríticas consumidoras de chatarra tecnológica y de la basura seudo-cultural que viene con...