Bismarck, El Hundimiento De Un "Coloso"

BISMARCK, el HUNDIMIENTO DE UN "COLOSO"




En cierta ocasión, Adolf Hitler confesó: “En tierra soy un héroe, pero en el mar un cobarde”. Aunque el Führer se interesaba por los submarinos y acorazados y participaba en conversaciones técnicas, no tenía la menor idea de lo que era el poderío naval o de cómo conducir una guerra en el mar. Su experiencia, la inclinación de su vida, era la de unsoldado. En consecuencia, la armada del Tercer Reich, más que cualquier otra arma, era la creación de sus oficiales: en su mayoría hombres decentes, apolíticos, devotos de su vocación. 

Desde el principio, el almirante Erich Raeder había procurado mantenerse distanciado de los nazis. Contra todas las presiones, conservó el saludo naval tradicional alemán e incluso el cuerpo de capellanes;prohibió a sus oficiales involucrarse en la política del partido; se negó a separar del servicio a los viejos y valiosos oficiales judíos....y, cuando, en 1938, se produjo la Kristallnacht, la Noche de los Cristales, presentó su protesta airada, junto con las de Karl Dönitz y Günter Lütjens, directamente ante Hitler. Él y sus almirantes e ingenieros eran los arquitectos de los nuevos submarinos ynavíos de superficie de la armada alemana; y, dentro del plan global para la guerra, al menos en los primeros años, al estrategia y las tácticas navales llegaron, no el cuartel de Hitler sino del alto mando naval. 


[Lütjens] 

En mayo de 1941, las aspiraciones alemanas en el mar estaban progresando de manera brillante. La armada había sido fundamental para la conquista de Noruega. Los buquescorsarios alemanes estaban creando estragos en diversas rutas de navegación. Los submarinos alemanes estaban desbaratando las líneas vitales de comunicación británicas. En marzo, las pérdidas de los Aliados en el Atlántico habían ascendido a 350000 toneladas; en abril, las pérdidas en todos los teatros habían alcanzado la pasmosa cifra de 700000 toneladas, pérdidas que no se podían sostener muchotiempo. Para Raeder y sus estrategas, la guerra en el mar se acercaba a su clímax. Había llegado la hora de asestar un golpe decisivo. 

El plan recibió el nombre en clave Rheinübung (Maniobras del Rin), y se trataba de un masivo ataque de pinzas a las rutas de navegación del enemigo con la Flota de Alta Mar alemana. El asalto sería sencillo...., y devastador. Los acorazados Scharnhorst y Gneisenauzarparían de Brest, en la costa del Atlántico, y operarían en el norte contra los convoyes que se aproximaban a las Islas Británicas. Entretanto, el nuevo superacorazado Bismarck, de 50129 toneladas, sin par por su velocidad de 32 nudos, sus cañones de 38 centímetros y su macizo blindaje, zarparía del Báltico, giraría a la altura de Islandia y descendería al sur. Con el Bismarck navegaría elcrucero pesado Prinz Eugen, otro navío formidable de 18000 toneladas y ocho cañones de 20 centímetros. Una flota de siete petroleros y dos buques de abastecimiento mantendría en el mar a los grupos de batalla; los submarinos servirían como exploradores. 

Las posibilidades de éxito parecían excelentes. Los británicos habían respondido a ataques previos del Scharnhorst y el Gneisenau asignandoacorazado a sus convoyes. Pero ninguna escolta de convoy sería rival para la nueva concentración de poderío alemán. Y si la Royal Navy agrupaba sus acorazados para enfrentarse a la amenaza, la Kriegsmarine seguiría conservado la iniciativa. Los convoyes quedarían desprotegidos mientras los británicos se agrupaban en el Atlántico tras el Bismarck y sus consortes; existían muchas posibilidades de que elgrupo de batalla aun pudieses deslizarse entre los buques mercantes y hacer estragos. Más aún: un desvío de la fuerza británica al Atlántico Norte tendría gratos efectos secundarios, especialmente en el Mediterráneo, donde el Afrikakorps requería suministros transportados por mar y donde estaba a punto de empezar la invasión de Creta. 

Pese a ser tan prometedor, Rheinübung empezó de manera...