Bita Cora
A quien lo lea
Recuerdo lo que me solía decir el capitán Wintellman
“ la única mujer que tendrás en tu vida, será el mascarón de la proa.
Aprende esogrumete, nunca lo olvides, la mar es una amante exigente, no pierdas tu tiempo enamorándote, no es de marineros, ahora a limpiar el barco, las tripas de los peces no se limpian solas”.Menudo imbécil, era solo un viejo resentido, él no me entendía, su vida era el mar, el húmedo olor del agua salada, era lo único que necesitaba para vivir.
Termine de limpiarel barco, justo a tiempo para anclar en el siguiente puerto. Ahí baje y ahí estaba flor, como siempre raspada y desgastada por el tiempo. La bese, y toque sus senos hechos de fríamadera. Me acerque a ella y lleve mi mano a su entre pierna, la empecé a masturbar, veía su rostro inexpresivo como siempre, yo el decía gime flor, solo gime, te lo ruego, peroella seguía firme en tu posición. Me tumbe al suelo y solo pude llorar, yo solo quiero amarte maldita perra, le gritaba. Dure así algunas horas, tanto tiempo, fue que mi ropa,se mezclaba con el oxido de las tablas del puerto.
Pum, pum, pum
me estaba volviendo loco, necesitaba amar, vivir por alguien, soñar por alguien, plantar mis semillas en esealguien. Estaba solo, húmedo y solo. No lo soporte más le dije a Wintellman, que abandonaba no servía para ser un marino, el olor a pez muerto me repugna, limpiar el semen queproducía la desesperación de los tripulantes era nauseabundo y el maldito caldo de pescado ni bueno era. No era vida, realmente no lo era, maldigo el día que emprendí este viaje.Así, tome la decisión, solo el destino sabrá que será de mi. Emprendí un nuevo camino, sin esperanza, sin un punto de luz. No tarde mucho, en cansarme de no encontrar sentid
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