Bitacora De Mi 3Er. Viajei A China

BITACORA DE MI TERCER VIAJE A CHINA

Cruzar el mundo de un lado a otro nunca fue un capricho fascinante de mi juventud, incluso creo que solo en mis años de adolescente por mi vínculo con lasartes marciales pude albergar un sentimiento de curiosidad por una nación como la China. Pero la providencia juega con nosotros, colocando en nuestros caminos infinitas combinaciones posibles deaventuras y placeres para el alma, a veces complejas, otras tantas, sencillas como el sentimiento más común que abunda en las personas.
China es inmensa, y mi juicio no se fundamenta en dimensiones que lasimple geometría definiría, me refiero a su gente, a lo que todos ellos representan. En pocas semanas de convivencia pude sentir con el alma una breve pincelada de lo que el hombre sencillo de la Chinapuede ser, pueda dar y como ama y acepta lo que son. Crecí escuchando que somos un pueblo con una actitud servicial y no lo discuto, somos una cultura de servicio pero de un servicio comercial,enfocado a la tarea más común y ordinaria, la producción de riquezas, aunque no puedo negar que nuestro campesino autentico representa una muestra de una actitud desinteresada en el momento que te brindauna mano. La China actual también posee una orientación a vender como un producto este bien. Pero abandonando la simple comparación de dos naciones tan diferentes como la mía y la que describo enesta ocasión, solo busco resaltar de forma breve una serie de emociones que llenaron mis días de permanencia en algunos pueblos de China, donde sin miedo alguno me adentre y explore, no hablo deciudades llenas del capitalismo que actualmente ocupa las grandes ciudades de esta nación, hablo de los lugares donde aún las viejas costumbres se mantienen, donde la mujer tradicional que no besa hasta elmatrimonio está esperando tranquilamente que su Karma llegue, donde comer es toda una aventura, donde solo el ingenio hace posible lograr lo que para todos es común.
Mis emociones iniciales las...