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"PABLO, LA LIEBRE Y LA TORTUGA"
Autor: Javier Garcés Prieto

Pablo era un niño de quién sus padres decían, con mucha razón, que estaba “enganchado
del móvil”, continuamente haciendo y recibiendo llamadas, o leyendo y mandando
mensajes. Incluso llevaba el teléfono siempre encima cuando estaba en casa, como si lo
tuviera pegado en la mano.
Una noche, sus padres estaban ya sentados para cenary el seguía en su
cuarto, así que le llamaron:
-Pablo, ven que te estamos esperando para cenar.
Pablo salió de su habitación, hablando con el móvil y, sin dejar de hacerlo,
se sentó a la mesa. Cuando, después de un buen rato, por fin terminó la
conversación, su madre le dijo:

- No está bien que te sientes en la mesa hablando por teléfono. ¿Tan importante
era esa llamada?
- Hablaba conRaúl de lo que íbamos a hacer el fin de semana, contestó Pablo
- Con Raúl puedes hablar mañana en la Escuela, cuando le veas. Ahora es el
momento de que hables con nosotros, le replicó su madre.
Pero Pablo no le hizo mucho caso porque seguía atento al móvil, para ver si
recibía algún mensaje o llamada.
Efectivamente, a los pocos minutos, la cena fue interrumpida por el sonido
de una nuevallamada del móvil. Pablo lo cogió de inmediato. Ahora era Carlos,

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otro amigo. Con el teléfono en la oreja, Pablo dijo a sus padres:

- Ya he acabado de cenar, me voy a mi habitación para poder hablar sin
molestaros.
- ¡Pero si ni siquiera has tomado postre!, le dijo su madre disgustada
- Lo tomaré en mi cuarto –contestó Pablo cogiendo un plátano conuna
única mano que tenía libre mientras se iba a su habitación.
Sus padres se quedaron muy disgustados. No aprobaban el comportamiento
de Pablo.

- Tenemos que hablar muy seriamente con Pablo –dijo su madre- Por culpa del
móvil se está portando como un maleducado.
- Estoy totalmente de acuerdo- le contestó el padre.
Después de la cena, y cuando se acercaba la hora de dormir, el padre dePablo, entró en el cuarto de su hijo y, con gran sorpresa para éste, se dirigió a la
estantería donde estaban los cuentos que, cuando era más pequeño, le solían leer
para dormirle.

- Bueno- dijo mientras miraba los libros- vamos a ver qué cuento te leo hoy.
Pablo, que estaba ya acostado, se extrañó de lo que oía. Desde hacia mucho
tiempo no le leía cuentos antes de dormirse, sólo le daba lasbuenas noches
entreabriendo la puerta. No era ya tan niño como para que le durmieran leyendo
cuentos.

- ¡Ah, La liebre y la tortuga! –dijo el padre mientras cogía uno de los
cuentos -Este estará muy bien.
- Ya me lo sé – protesto Pablo, que continuaba sorprendido.

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- ¿Ah sí?, ¿Lo sabes? –le respondió el padre-Cuéntamelo.
- Pues trata de unaliebre y una tortuga que hacen una carrera y gana la tortuga.
- ¿Y como es que gana la tortuga?
Pablo se encogió de hombros y contestó.

- Pues no me acuerdo.
-

Bueno, en este caso, vamos a recordarlo, le respondió su padre, mientras que,
poniéndose las gafas, se sentaba en una silla cerca de la cama de su hijo.
Después, abrió el cuento y se puso a leer:

“Una liebre y una tortuga seretaron un día, al salir de casa, a ver quién era capaz de
llegar antes a la Escuela. Los otros animales se enteraron de la apuesta y, divertidos,
se pusieron en corro, alrededor de ellos, esperando el momento de la salida. Claudia, la
liebre, estaba orgullosa de sus grandes patas, que le permitían correr veloz, a grandes
zancadas, casi volando por los aires. En cambio la tortuga Jacinta, congruesas y cortas
patas, andaba lenta y tranquila, paso tras paso. Las dos llevaban sus mochilas, con los
libros, cuadernos y las demás cosas que necesitaban para el colegio. Y también tenían,
sus móviles en un bolsillo de las mochilas, de los que colgaba una cinta de colores, que
les ayudaba a localizarlo cuando no sabían dónde estaba.
La carrera era tan desigual que a todos les pareció...