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Eugene Ionesco (1912-1994), escritor francés de origen romano, representante del “teatro absurdo” y uno de los dramaturgos más importantes del siglo xx. Poco antes de morir escribió una largacarta en la que reflexionaba sobre su vida, su enfermedad, la muerte y Dios.
Poco antes de morir Abbe Pierre (1912-2007) público su “testamento” un libro breve en el que deja constancia de losacontecimientos más importantes de su estancia y de todo aquello que para él ha resultado importante a lo largo de su vida, entrega al servicio de los pobres.
Pienso a menudo en la muerte. Entiendo inclusoque algunos crean en la reencarnación. No me escandalizo por ellos, aunque me parece una creencia super flua, aunque solo sea en virtud del viejo principio filosofo que dice: “no se pueden multiplicarlas realidades sin necesidad”. Está claro que el Ser es necesario, pero no inventamos otros inútilmente. Esta reflexión me trae a la mente la pregunta de una periodista: “Que haría si volviera atener 40 años? Me reí. “!señora con una vez basta!”.
Hay mucha gente que vive la muerte como una separación. Sí, es una separación para los que quedamos pero el que acaba de morir va a tener elencuentro más fantástico que se puede imaginar el encuentro con, Dios y, a; mismo tiempo –no sé, como. Pero estoy convencido de que es el tiempo-, el encuentro con los noventa mil millones de seres humanosque han vivido antes que nosotros. Desde que sé que se han identificados miles de millones de galaxias, cada una de las cuales tienen más de dos mil millones de soles, la cantidad ya no me parece unproblema.
Pienso en la muerte con toda sinceridad. Con un amigo que estaba a punto de morir me acostumbre a decir el “Ave María”, reemplazando el “ahora y en la hora de nuestra muerte” por el “ahora yen la hora de nuestro encuentro” , estoy seguro de que se un encuentro con Dios amor nunca puede discurrir mal.
Mientras vivimos estamos rodeados de sombras. Queremos saber, queremos amar,...