Bojaya

Bojayá no supera esa pesadilla
Se realizaron actos conmemorativos en este municipio chocoano a orillas del Atrato donde los sobrevivientes viven en extrema pobreza y piden oportunidades de empleo.Un centenar de víctimas y sobrevivientes de la masacre de Bojayá (Chocó) ocuparon ayer las primeras bancas en la iglesia semidestruida del pueblo donde el 2 de mayo del 2002 murieron 119 personas y97 más quedaron heridas, por la explosión de una pipeta que lanzó las Farc cuando sostenía un cruento combate con los 'paras' en el pueblo.
Todas las víctimas vestían camisetas negras, estampadascon el Cristo mutilado, mientras el obispo de la Diócesis de Quibdó, Fidel Cadavid, celebró una misa donde recalcó el valor de una comunidad fortalecida por el sufrimiento y que ahora exige que sereconozcan sus derechos.
"También llamamos a la esperanza de que un mundo nuevo es posible, a pesar de las amenazas que se ciernen sobre esta región como la explotación de los recursos naturales por partede multinacionales sin generar empleos para sus habitantes", relató monseñor Cadavid antes de su partida.
En medio de cantos a la paz, una ofrenda floral fue dejada en el cementerio del viejo Bojayápor los habitantes de Bellavista, la nueva cabecera municipal construida al otro lado del Atrato.
Hasta allí viajó Delis Palacio, presidenta de la Asociación Desplazados del 2 de mayo que reúne a250 familias boyajaceñas que viven en Quibdó.
Esta mujer de 33 años dejó su pueblo natal después de sobrevivir a la explosión en la iglesia de Bojayá que le reventó sus tímpanos; le destrozó lostendones de una mano, y le dejó fuertes dolores en la cadera que aún, cuando no son las pesadillas sobre aquel día, la despiertan en la noche.
"Después de ocho años aún sigo soñando que estoy en medio decombates y bombardeos, o dentro de esa iglesia, eso es horrible, uno no se lo puede sacar de la cabeza", cuenta Delis que ya conoce varios casos en Quibdó de mujeres sobrevivientes de la masacre con...