Bolivar y los eeuu
Los hombres pequeños pagan con lo que hacen;
los grandes con lo que son.Goethe. |
Vamos ahora a definir esa línea que opone caracteres tan distantes como son los del sajón del Norte y los del latinoamericano; pero antes de entrar en ciertos detalles de la nefasta actitud de EE.UU. hacia nosotros, queremos advertir que no pretendemos justificar nuestrasmiserias, nuestra indecible irresponsabilidad para con nosotros mismos diciendo que EE.UU. es la causa de todos los males. No puede ser EE.UU. completamente culpable de la corrupción que acogota a nuestros países, de la hediondez y suciedad de nuestras ciudades, de la desidia, del desorden, del caos, de la maldita viveza conciudadana, de la desunión, flojera, indignidad, descuido, etc. No puededegradarse a un pueblo que está compenetrado de su deber, de su destino, de su valor y capacidad de sacrificio. De lo que sí acusaremos a los EE.UU. es de aprovecharse de pueblos inválidos, indefensos, mutilados, ignorantes, estupidizados y trastornados por toda clase de desgracias tanto políticas como morales. Es que no hay papel más bajo y denigrante que utilizar a conciencia a seres envilecidos,con fines de provocar una corrupción generalizada en el continente latinoamericano. Cuando se cumplieron 150 años de la muerte de Bolívar leí ese artículo que se titulaba: Simón Bolívar was a despot at heart. Título ofensivo para cualquier latinoamericano, si recordamos los amargos dolores que padeció Bolívar en busca de unión, decoro y la libertad de América. Uno cree encontrar ciertas razones paraese encono solapado que todavía se siente contra el Libertador en EE.UU. El carácter mercantilista del sajón del Norte y la imaginación del Libertador, forjada en todo instante en los linderos de la muerte y de la poesía trágica, tenían por fuerza que repelerse.Empecemos por recordar que España y Francia prestaron grandes servicios a la causa de la independencia de los EE.UU. Venezuela, en losinicios de su revolución, esperaba contar con la ayuda de países amigos de la libertad. No hay duda de que tenía fe en la ayuda del vecino del Norte, que hacía poco se había liberado de la dominación de Gran Bretaña. Es decir, consideraba a los norteamericanos hermanos por sufrir los efectos funestos de la colonización y por ser, después de todo, hijos del Nuevo Mundo; que además conocían lostremendos sacrificios que representaba enfrentarse a un país poderoso por tradición guerrera, como lo eran los viejos imperios de Europa; que sabían que nuestra lucha era más terrible, por cuanto iba a ser afrontada por un pueblo en su mayoría analfabeto, sin recursos militares, sin ninguna experiencia en la administración de gobiernos, sin ejércitos y sin la fuerza de cohesión moral de lo que sellamaría pueblo, los ciudadanos, ya que éstos estaban divididos en clases infeccionadas de odios y recelos.Aunque al principio se buscó ayuda en el Norte, la gran esperanza se concentraba en Inglaterra, donde Miranda desde hacía muchos años realizaba una ardua labor revolucionaria. Estas esperanzas se desvanecieron cuando Inglaterra, dirigida, como siempre, por intereses meramente mercantilistas, decidiódar apoyo a España en su lucha contra Napoleón. Para entonces ya Venezuela había quemado las naves y se encontraba en pleno hervidero revolucionario. Nunca pueblo alguno se lanzaba a una lucha tan peligrosa en medio de recursos deplorables y rodeado por el sombrío silencio de las naciones poderosas. Parecía que Bolívar desafiaba los mil demonios de la guerra contando sólo con su valor y el valorde unos cuantos harapientos soldados. El terror y la tragedia no tardó en llegar, y aunque Bolívar -como veremos- estaba dispuesto a luchar contra el mundo entero, si el mundo entero se oponía a la causa de la libertad americana, el grueso de los políticos no podía dejar de considerar la posibilidad de un tratado con alguna nación poderosa. En este sentido, encontrándose casi todos los caminos...
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