borges
IYa no es mágico el mundo. Te han dejado.Ya no compartirás la clara lunani los lentos jardines. Ya no hay unaluna que no sea espejo delpasado,cristal de soledad, sol de agonías.Adiós las mutuas manos y las sienesque acercaba el amor. Hoy sólo tienesla fiel memoria y los desiertos días.Nadie pierde (repites vanamente)sino lo que no tiene y no ha tenidonunca, pero no basta ser valientepara aprender el arte del olvido.Un símbolo, una rosa, te desgarray te puede matar una guitarra.IIYa no seré feliz. Tal vez no importa.Hay tantas otras cosas enel mundo;un instante cualquiera es más profundoy diverso que el mar. La vida es cortay aunque las horas son tan largas, unaoscura maravilla nos acecha,la muerte, ese otro mar, esa otra flechaque nos libra del sol y de la lunay del amor. La dicha que me distey me quitaste debe ser borrada;lo que era todo tiene que ser nada.Sólo que me queda el goce de estar triste,esa vana costumbre que me inclinaalSur, a cierta puerta, a cierta esquina.
El poema es un soneto ya que está compuesto por dos cuartetos y dos tercetos. Los versos son endecasílabos y la rima consonante.El tema es la repercusión de la pérdida. En el primer soneto está referido a una segunda persona y en el segundo corresponde a una primera persona. Observando el primersoneto, es visible la relación entre el empleo del encabalgamiento (cuando la pausa de fin de verso no coincide con una pausa morfosintáctica) y la puntuación dentro del verso.
El título 1964 se refiere al año en que fue escrito. Borges comienza el poema expresando que el mundo ya no le resulta mágico, ya no es como antes, el autor da a conocer suprofunda tristeza ante una perdida, se siente abandonado. Sufre, porque él no ha decidido dejar, más bien es víctima de la situación que lo asecha. Habla de otro, de compartir con algo o alguien la luna clara por las noches y los jardines lentos. Todo lo que puede hacer es unir esa imagen con un recuerdo del pasado.La luna que él encuentra en sus recuerdos deja entrever su penar, su agonía,porque es claro que la situación lo desgarra de pena. Por otro lado, despide a aquellos bellos momentos que le daba el amor, de ahí que nombra las manos que se unen y las sienes que se acercan. Y en esta revolución de amargos sentimientos comprende que ha perdido todo lo importante en su vida y que lo único que le queda es el recuerdo y los días desiertos, es decir, los días vacíos y lejanos a todo...
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