borrar la historia
Miguel León-Portilla
E
n varios periódicos y, por supuesto, en La Jornada del 19 de este mes se ha transmitido la noticia de que a la islaCerralvo, situada en el golfo de California, un poco al sur de la bahía de La Paz, se le ha cambiado el nombre por el del oceanógrafo francés Jacques Costeau. La noticia no sólo ha sorprendido a lossudcalifornianos, a los estudiosos de la historia y a otros muchos, sino que también ha sido calificada de auténtica aberración. Esto, porque se borra un referente de siglos e independientemente de losméritos de Costeau, no se ve qué relación tiene él con la isla Cerralvo.
La toponimia de un país, o sea los nombres de lugar de ciudades, pueblos, montañas, islas, mares y ríos, es parte integrante de laidentidad nacional. Nuestra toponimia incluye miles de nombres en lenguas indígenas, también en español y en otras. Un ejemplo lo ofrece San Cristóbal Ecatepec de Morelos. Ecatepec significa ennáhuatl Cerro del Viento; San Cristóbal es el nombre del santo que le antepusieron los franciscanos y Morelos trae a la mente y al corazón que allí fue fusilado José María Morelos héroe entre los héroes de laIndependencia.
El Diario Oficial de la Federacióndel 17 de este mismo mes incluye unacuerdo, suscrito en Aguascalientes por el director general de Geografía y Medio Ambiente del Instituto Nacional deEstadística y Geografía (Inegi) por el cual –según se expresa–se actualiza el cambio de nombre geográfico de la isla Cerralvo por el de Jacques Cousteau.
En dicho acuerdo, después de describir laubicación de la isla, se declara que el Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Gobernación, encargada de administrar las islas de jurisdicción federal [...], solicitó al Inegi realice las gestionesnecesarias para registrar el cambio de nombre geográfico (topónimo) de la isla Cerralvo en el Registro Nacional de Información Geográfica.
Del citado párrafo parece desprenderse que el cambio...
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