Bowlby, J. (1993). Orientación Hacia Una Figura. En El Vínculo Afectivo.(Pp. 327 – 359). Buenos Aires: Paidós.

En este capítulo Bolwby se propone describir y analizar la fase 2 “Orientacion y señales dirigidas hacia una o más figuras discriminadas” y la fase 3 “Mantenimiento de la proximidad con una figura discriminada por medio de la locomoción y de señales” del desarrollo del vínculo afectivo en bebés que han sido criados en un ambiente familiar común. Ahora bien, cabe aclarar que la fuente del lainformación para la segunda fase proviene de estudios realizados por Wolff quien trabajó en Boston con niños irlandonorteamericanos y de Ainsworth,quien en su lugar trabajo con niños de una tribu en Ganda. Estudios que pese a las diferencias culturales y geográficas entre otras, dan cuenta de manera general como el bebé responde al llamado de todos los que lo rodean de manera indiscriminada y a medidaen que se acerca al año de vida, escoge a una figura en particular que funcionará como estímulo para el niño (Bowlby, 1993).

Precisamente la madre será aquella figura escogida por el niño, ya que es ella la que tiene mayor contacto con él, y como se pudo evidenciar en ambos estudios no se presentó una diferencia significativa entre estos, pues para los bebes su punto de referencia era lamadre. Como menciono Bowlby 1993, la conducta de apego siempre está dirigida hacia la figura materna. Sin embargo, al acercarse a los dos años de edad, los niños pueden ampliar su conducta de apego hacia otras figuras distinta a la materna. Empero, una pequeña parte de los niños permanece teniendo una única figura de apego, pues ya pueden discriminar quienes son más importantes para ellos,comprobado gracias al nivel de protesta presentado en los niños cuando la persona los abandonaba. Se debe distinguir que pese a que en la vida de los niños se presenten múltiples figuras de apego habrá en este sentido una “figura de apego central” representada por la madre o en algunos casos el padre, abuelo o una madre sustituta, en donde hay una activa interacción con el bebé, lo pronto que seresponda a sus necesidades y debido a la proximidad que se tiene con ella por medio de los sentidos (visual, auditivo y táctil),siendo determinante en esta elección el reforzante de atender a su “apertura social”, pues el bebé elige como figura central a la persona que más interactúe con él y responda de forma inmediata a sus necesidades (Bowlby, 1993) y “figuras subsidiarias” en donde si bien puedenexistir aquellos que estén en los momentos de angustia y suplan las necesidades básicas, los compañeros de juego también harán parte de estas figuras pues se entabla una amistad con ellos y se juntan cuando haya buen humor. No obstante, hay que aclarar que las figuras subsidiarias no son siempre permanentes y que pueden ser sustituidas por otras o pueden aumentar en la vida del niño.Aunque esto dependerá mas de cuán fuerte sea el vínculo con la figura central, pues en la medida en que se forme un vínculo más estable y seguro con su madre, también se hará configuras externas (Bowlby, 1993).

Por tanto, pese a que exista una conducta de apego, en este punto es preciso mencionar que esta no siempre estará dirigida solamente a seres humanos, sino que también a objetos inanimadoscomo el chupo o los dedos cuando existe la necesidad de succión, o el aferrarse a algo como un peluche. Conductas que de acuerdo con las investigaciones no son perjudiciales ni disminuyen el contacto con los demás, pues se pueden dar de modo satisfactorio junto con las conductas de apego con humanos. Aunque como menciona Bowlby lo extraño seria el no establecer nunca una conducta de apego con algoinanimado o perjudicial si se prolongan hasta la edad escolar, ya que dan cuenta de inseguridad.

Sumado a lo anterior, se debe destacar el papel de los distintos tipos de receptores de los sentidos tales como los táctiles, auditivos y visuales, principalmente los táctiles, pues en el transcurso de los primeros meses de vida el niño roza con frecuencia el cuerpo de su madre, debido a que lo...